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Alegre es tratado sobre el césped del golpe sufrido. :: fernando díaz
Alegre podría no volver a jugar hasta mayo

Alegre podría no volver a jugar hasta mayo

La entrada de Ziganda le produjo al asturiano una rotura de 4 centímetros del músculo crural y un hematoma intramuscular encima de la rodilla

CARLOS FERRER

Viernes, 11 de marzo 2016, 10:15

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Iker Alegre ha dicho adiós a los terrenos de juego por lo menos durante un mes y medio, tras el golpe sufrido en el partido contra el Izarra, cuando el centrocampista estellés Ziganda le golpeó en el cuádriceps de su pierna derecha. Corría el minuto 18 de partido cuando el interior blanquirrojo sufrió esa dura entrada. El colegiado Albert Ávalos Martos interpretó que no había sido golpeado y dejó seguir el juego. Alegre decía ayer que el colegiado le comentó: «No finjas, que no te ha tocado», y le conminó a que se levantara. Cuando llegaron el médico y el fisioterapeuta del conjunto riojano, les repitió: «No ha sido para tanto, que sólo le ha rozado».

Alegre no pudo seguir en el partido, fue sustituido por Fermín, que ingresó en el campo para suplir al expulsado Miguel y en el vestuario llegó a marearse debido al fuerte dolor que sufría en la pierna. Las pruebas que se le han realizado, han mostrado una rotura fibrilar de cuatro centímetros en el músculo crural, que se encuentra entre el recto anterior y el hueso. Un músculo menor, que, dada la rotura sufrida, le va a tener un mes de baja, a lo que habrá que añadir al menos un par de semanas de entrenamientos con el grupo, por lo que prácticamente hasta el mes de mayo el asturiano no podrá volver a jugar un partido oficial. Un mes y medio por una lesión 'fingida' que, a tenor de cómo se explayó el trencilla en este partido, bien pudo suponerle al propio Alegre una tarjeta amarilla, por simular como las vieron Chevi y Titi antes y después de ese episodio.

El interior blanquirrojo hasta ayer no pudo andar siquiera y a la salida del vestuario, después de recibir tratamiento por parte del fisio, José Miguel Martín, mostraba una rodilla hinchada: «No puedo apenas mover la pierna. Siento mucho dolor. Lo que peor me supo es que el árbitro me dijera que estaba fingiendo. Se ha podido apreciar que no era así, que estaba equivocado».

Se da la circunstancia de que en el partido Izarra-Cultural, de la decimosexta jornada, este mismo árbitro, expulsó con roja directa a Mikel Ziganda, quien le 'cogió la cabeza con las manos' según redactó en el acta. Le supuso al jugador estellés siete partidos de sanción. Alegre comentaba ayer: «Me han dicho que el árbitro pudo pensar que buscábamos que volviera a expulsar a Ziganda y que por eso fingíamos las faltas. Se ha demostrado, por desgracia, que no era cierto».

En su mejor momento

Nunca vienen bien las lesiones, pero en el caso de Iker Alegre, ésta le ha llegado en el momento en que mejor se estaba encontrando durante toda la temporada. Tuvo altibajos en el comienzo, debido a las lesiones que le atormentaron en la pasada campaña, pero había cogido un ritmo de juego y aportación excelente, que ahora se ve roto por esta lesión.

Alegre lleva siete goles anotados. Dos los hizo ante Celta B y Lealtad, en la primera vuelta. Los cinco restantes los consiguió en las últimas jornadas, (contra el Astorga, la Arandina, el Celta B y dos frente a la Peña Sport). Estaba cuajando excelentes actuaciones y, junto a Titi, se había convertido en el estilete del juego blanquirrojo.

El asturiano se mostraba resignado y agradecía las muestras de afecto que le han ido llegando a medida que se ha ido conociendo el alcance de su lesión: «No queda otra que aguantar, trabajar duro para reponerme en el menor tiempo posible y seguir ayudando y aportando al equipo en cuanto pueda. Reconfortan los ánimos de la gente, pero el daño está ahí».

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