Borrar
Estado de felicidad permanente
fútbol | segunda b

Estado de felicidad permanente

La UD Logroñés supera al líder en Las Gaunas en un partido marcado por la intensidad y el acierto de los locales

Sergio Moreno Laya

Domingo, 17 de enero 2016, 16:39

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Bajar a Las Gaunas se hacía en solitario. Con las manos en los bolsillos, el gesto serio, la mirada ausente y la cabeza sobre la acera. Como mucho un vistazo de soledad hacia el móvil para ver si alguien se apuntaba a última hora. No había suerte. Otra vez será, quizás dentro de quince días alguien me acompañe. Pero nadie lo hacía. Mejor en casa que mal acompañado. La salida de Las Gaunas no era habitualmente más agradable que la llegada. Es más, por culpa del frío la sensación de ausencia se agigantaba. Y encima domingo ya agotado. Andando, de noche, por la misma calle de siempre, la derrota se rumiaba en soledad, como se hacen todas las cosas importantes de la vida, en una conversación mental con el espejo de los fracasos. Así se volvía de Las Gaunas. Así se vivía el domingo de fútbol en casa. Así dicen que era. Ese lunes nadie decía nada a nadie sobre un partido jugado en Las Gaunas. Cada uno a lo suyo.

Bufanda al cuello, gorro blanquirrojo, camiseta por encima de la cazadora, pijama por debajo del pantalón el frío agudiza el ingenio- y un par de tragos en vaso ancho antes de acceder al estadio. Ruido, posible once, este sí, aquel no. Ven pronto, que hay que aparcar. Baja del pueblo. ¿Quién se queda con las crías? Vente que antes haremos una Laurel. Partido decisivo en enero. Pinturas de guerra en los ojos de esos 4.200 espectadores que han visto cómo su equipo se ha ganado el derecho a optar al primer puesto del Grupo I de la Segunda División B. Y este hecho, para quien bajaba sólo a Las Gaunas hace un año y medio, no es una cuestión menor. Para él, para todos, por la victoria ante el Racing de Ferrol, queda inaugurado el estado de felicidad permanente, que quizás dure sólo hasta el próximo domingo en O Vao (Vigo), pero que les quiten lo bailado a los que vieron ganar a su equipo en Las Gaunas al Racing de Ferrol. Tres puntos de energía atómica, de fuerza conjunta en la conquista de un objetivo: aproximarse a solo un punto de un equipo que no hace mucho tiempo celebraba la vida a tres partidos de distancia. Se lo contarán en la oficina, en el curro, en la cafetería. Escúchenles, es su momento La onda expansiva es incontenible. Estuve allí y lo viví en plenitud. Apúntate que te lo estás perdiendo. Bajar a Las Gaunas en buena compañía y volver a casa con una sonrisa sincera, como flotando por encima de las antes oscuras aceras.

Para ver cómo Titi se parte el pecho en cada acción. El fichaje más rentable de la historia de la UD Logroñés destroza laterales izquierdos a bocados. Siempre el balón a un metro de distancia, mete el cuerpo, sale en ventaja de su defensor y pone pases con el trazo fino del mejor delineante. Ahí va el balón, preciso, precioso, a la frontal del área pequeña, directo al sistema nervioso de cualquier portero, hasta de Mackay, asqueado por la constancia de Titi para ponerle en problemas desde 30 metros de distancia. Empatiza el portero con su compañero lateral, sabedor del miedo que siente por tener a Titi tan cerca. Dos lanzó antes del definitivo. Tres puso para que Carlos Fernández midiera su potencial. Dos rozó y una enchufó en los morros de Mackay. El balón de Titi desde la derecha fue un codazo en los riñones de la defensa ferrolana, que mareada no vio llegar a un nueve de altos vuelos, la garza blanquirroja puso su cabeza para meter el primero de la tarde en el minuto 28, en la anatomía perfecta de una jugada que arrancó desde la agitación de Pere Milla y la pausa de Muneta para dejársela a Titi, maestro en envolver balones con su pierna derecha.

Cuenten a su alrededor cómo un equipo puede activarse en milésimas de segundos. Llegó a Logroño el Racing de Ferrol con ganas de mover la pelota, de maravilla casi siempre. Venía el líder a impartir una clase magistral en ataque. Borja Domínguez, Peláez, Vela, Pablo Rey y Joselu tocando casi siempre a la primera. Tac-tac-tac, en paredes minimalistas de juego brillante. Pero ni por ésas. Esos de blanquirrojo ni se inmutan. Qué cosas. Bascular y bascular, ordenar y organizar, serenidad y seguridad y todo a mil por hora. De un lado a otro, en agitación constante, pero como si no costara. Hasta con una leve mueca de felicidad en sus caras, sabedores de que la palanca estaba a punto de accionarse. Zas. Todos a correr, como alma que lleva el diablo. Furiosos, como contagiados por la rabia, salen los blanquirrojos a la contra para triturar a unos gallegos que no acababan de entender la gravedad del asunto. Y eso que se encontraron con el tanto de Nano en un saque de falta lateral. Cabezazo y al cesto. Borja entró en combustión durante cinco minutos. Enfadado al entender que Nano se impulsó sobre su espalda para llegar al balón, el central cántabro entró en descompresión, lo que permitió observar cómo si el sistema defensivo de la UD Logroñés alguien no cumple con lo establecido, el castillo de mármol parece de naipes. Y Borja se la dio a Joselu, que pudo hacer el segundo, pero el pie de Miguel Martínez de Corta salvó a su equipo y puso a Borja de nuevo en el partido.

La crisis estaba superada. Y cinco fueron los minutos que duró. El tiempo que va del primero del Racing de Ferrol al segundo del Logroñés. Córner que no alcanza a rematar Carlos Fernández, pero al que llega de puntillas, con sigilo, por sorpresa, Chevi para marcarse un gol a quemarropa por la misma escuadra. La agitación como manifiesto de vida. Renover las tripas del rival para llevarle al límite. Así festejó la recta final del partido el equipo de Carlos Pouso. Feliz en la espera para tener unas cuantas más a la contra. De nuevo Titi, que acabó de lateral y de extremo al mismo tiempo, la puso de nuevo en el sistema nervioso de Mackay, y para la memoria quedará el escorzo de la garza andaluza. El remate de Carlos Fernández en plancha hacia atrás se estrelló contra el larguero y dejó el golaverage en igualdad para resolverse por la diferencia de goles entre Racing de Ferrol y Logroñés, a los que les espera, junto con el Racing de Santander, un duelo histórico por estar a final de curso en la primera posición. Y esto, si se echa la vista atrás, hasta el 2013, por ejemplo, es motivo suficiente para estrenar por todo lo alto el estado de felicidd permanente, aunque sea solo hasta el próximo domingo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios