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Álex Santelices supera a Miguel Santos (d). Ambos aspiran a ser titulares en el lateral izquierdo. :: juan marín
La UD Logroñés se mide a viejos fantasmas

La UD Logroñés se mide a viejos fantasmas

Los riojanos aspiran a un triunfo sobre un equipo, el Celta de Vigo, al que nunca han ganado en la Liga

M. GLERA

Domingo, 26 de abril 2015, 01:12

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«Si nos gana el Celta es porque ha hecho las cosas mejor». Frase sencilla, pero contundente. El Celta visita Las Gaunas (18.00 horas) con varios adjetivos como compañía. Es un filial. Es peligroso. Y más letal que hace unas jornadas. Por si fuera poco, la historia dice que siempre ha sido superior a los riojanos en sus enfrentamientos. Números para pensar en un partido que se resolverá sobre el césped y que premiará a quien mejor juegue. No se puede fiar todo a la fortuna.

Los riojanos tienen la ventaja de afrontar este duelo con los marcadores de Guijuelo y Racing de Ferrol cerrados, pero más allá de lo que hicieron ayer salmantinos y gallegos, lo que quedará impreso es lo que suceda esta tarde en Las Gaunas. Si la UD Logroñés gana, el optimismo reinará; si pierde, el pesimismo brotará con fuerza y entonces sí que esos marcadores cobrarán mayor protagonismo en los números riojanos. Faltarán tres jornadas.

Desgranaba Carlos Pouso el viernes las cifras del play off. Nadie duda de que sumando los doce puntos, la UD Logroñés lo disputará; pero también es lícito pensar que quien no alcance los 65 no estará en esa ronda final. Los riojanos suman 60. Pero lo primero es lo primero, ganar al Celta de Vigo. Tres puntos más y otra semana entre los cuatro mejores. Esa es la única realidad.

El técnico vasco acude a la cita con toda su plantilla, salvo la obligada ausencia de Sergio Martínez. Mikel Abaroa ya está con condiciones de jugar después de que haya superado la operación en el tabique nasal y haya dejado la máscara en el armario. No tiene muchas dudas Pouso acerca del once, aunque si las tuviera no las diría. El objetivo es cubrir la ausencia de Sergio Martínez y dos sus opciones más claras. Una, jugar con Miguel Santos en ese carril. La otra, desplazar a Álex Santelices. Curiosamente, Santos comenzó la temporada en la banda izquierda. Era la apuesta del preparador, pero una lesión de rodilla abrió la puerta a Sergio y ya no salió del rectángulo.

Ante esa tesitura, Pouso puede retrasar de nuevo a Julio Rico al centro de la zaga y dar la titularidad a Jacobo Trigo en la medular después de dos partidos de ausencia. Las combinaciones son varias, aunque todas con el mismo objetivo: que no marque el Celta y que sí lo haga la UDL. No quiere repetir el guión de Ferrol. «Aquel fue un encuentro que lo tuvimos para ganar. Dominamos, sobre todo en la segunda parte, pero no supimos traducirlo en ocasiones», decía el técnico. El que aprovecha la oportunidad da un gran paso hacia la victoria en una categoría en la que los partidos se deciden por una gran detalle: el acierto, ofensivo y defensivo.

El Celta se presenta en Las Gaunas con su tercer entrenador, Tino Otero. No es habitual tanto lío en el banquillo de un filial, pero los vigueses han atravesado por profundas crisis a lo largo de la temporada a las que llegaron tras pasar ocho jornadas sin ganar o enlazar cinco derrotas consecutivas. Con el actual entrenador han entrado en la dinámica de los extremos: ganar o perder, pero en los últimos cinco partidos han sumado nueve puntos que les han permitido salir del pozo del descenso.

No es un rival fácil. Aún escuece el 4-2 de la primera vuelta y aún se recuerda el 0-2 del partido inaugural de la pasada campaña, donde los celtiñas sembraron de caras largas el Municipal con dos goles en un puñado de minutos. La historia no se puede volver a escribir, pero puede cambiar su curso. «No se gana con el nombre. Ni ganas un partido porque has vencido en los seis anteriores», recuerda Carlos Pouso. Los partidos se ganas porque eres mejor. No siempre, pero casi siempre.

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