Una primera vuelta de 'play off' y de reflexión

Todo ese bagaje le ha llevado a ocupar al término de esa primera vuelta, el cuarto puesto, que da derecho a participar en el 'play off' de ascenso a Segunda División, a la que todos tienen muchas ganas de subir de una vez.

Es la mejor temporada del equipo en su sexto año de vida, después de cinco cursos en los que los altibajos y el desencanto de los aficionados al final de cada campaña, alguna de ellas incluso con problemas para asegurar plaza en la categoría, han sido la nota dominante. El conjunto blanquirrojo, que se ha comportado como un bloque soberbio a lo largo de muchas jornadas, ha llegado a situarse como líder y a vivir en los puestos de 'play off', que no ha abandonado desde la sexta jornada, cuando en la misma semana derrotó al Murcia en La Condomina, y al Somozas en Las Gaunas.

La UD Logroñés ha tuteado a los todopoderosos Oviedo y Murcia, y ha competido con los Guijuelo, Rácing de Ferrol, Avilés, Leonesa, Valladolid B o Compostela, que son con los que se va a terminar jugandose las ansiadas plazas al final de al temporada. La nota debe ser muy alta para el equipo riojano si sólo nos atenemos a los números.

Reflexión y mejoría

Sin embargo, si llevamos todos los datos al terreno de juego, lo que deja el rendimiento del equipo, sobre todo en las últimas nueve jornadas, tiene que llevar a todos a la reflexión y al cambio a mejor que necesita para resolver de forma positiva los encuentros que van a jugar a partir de ahora.

Si en las diez primeras jornadas, la UD Logroñés llevaba 25 puntos, y era líder, en las últimas nueve ha bajado el pistón, ha perdido demasiados puntos y ya no se muestra como el equipo serio, sobrio, seguro de sí mismo, de los dos primeros meses de competición.

El rendimiento individual y colectivo no es el mismo, no se desarrolla el juego con la solvencia anterior y se está empezando a instalar la desconfianza, tanto en la grada como en el propio terreno de juego. Y eso es lo más negativo.

Los futbolistas están manteniendo una regularidad importante, pero se han dado altibajos en el rendimiento y el equipo lo ha notado. Por lesiones, cansancio, situaciones anómalas, o simples errores, que se pueden dar en cualquier circunstancia, el hecho es que hace falta un cambio de rumbo para mantener el ritmo de puntos en la segunda vuelta. Y ahora mismo la ansiedad persigue a los blanquirrojos, que deben darse cuanto antes un baño de autoestima para cerciorarse de forma definitiva de que son capaces de luchar por ese objetivo final que es la lucha por el ascenso.

De más a menos

En cuanto a la aportación individual de los jugadores, se puede decir que está siendo buena y que, tal vez, en el inicio liguero estaba por encima de una posibilidades que van descendiendo a medida que transcurre el campeonato. Miguel se mantiene seguro bajo los palos. La defensa ha tenido altibajos, debido a las lesiones de varios jugadores, y han destacado en el inicio hombres como Zubiri, Moisés García, Gago o Sergio Martínez. Herreros se ha incorporado tras sus lesiones, Santelices ha cumplido y Santos es un comodín en las bandas.

El centro del campo, con Rico y Jacobo fijos, tiene ahora problemas en la creación de juego y en la recuperación de balones, al quedar demasiado aislados cuando el rival juega a la contra. En el juego de ataque son varios los goleadores, pero los hay como Menudo, Alegre, Titi, Joel o los puntas Camochu y Ubis, que tienen que recuperar sus mejores habilidades y su enorme capacidad de desborde, que ya han demostrado poseer.

El encuentro del domingo ante el Murcia debe ser el del cambio de dinámica para recuperar el máximo crédito ante una segunda vuelta que se presenta igualadísima.