El gran objeto de deseo de Revuelta

El conjunto que preside Fernando Roig (dueño de Porcelanosa) comenzó a construir su ciudad deportiva en 1997. Villarreal y UD Logroñés viven en dos mundos totalmente opuestos. Uno está en Primera División, juega en Europa y ha disputado la Liga de Campeones; otro cumple seis años de vida y no ha roto el maleficio de Segunda División. El presupuesto del Villarreal se sitúa en torno a los 50 millones de euros; el de la UD Logroñés, uno. Uno cuenta con 17.000 abonados sobre una población de 51.000; el otro, de 2.300 sobre 153.000. Las diferencias, no solo económicas, son abismales. Entre los negocios del Villarreal se incluye un restaurante o una agencia de viajes, amén de promoción turística, un canal de radio, otro de televisión,... A ambos clubes les une contar con dos propietarios con una enorme potencial económico.

Desde 1997, el Villarreal ha ido invirtiendo en su ciudad deportiva, a la que se puede llegar desde la ciudad dando un paseo. En la actualidad dispone de ocho campos de fútbol. Tres son de hierba natural y están destinados al primer equipo y al filial, que han llegado a convivir en Primera y Segunda División, respectivamente. Uno de esos campos, el Mini Estadi, dispone de un graderío para 5.000 espectadores.

De esos ocho campos, cinco son de fútbol 11 y tres de fútbol 8. De césped artificial todos ellos. Y esos dos campos de fútbol 11 se convierten en cuatro de fútbol 7. El Villarreal dispone de 43 equipos en sus categorías inferiores, si se suman los conjuntos del Rodas, club de Castellón que trabaja con él.

La Ciudad Deportiva da casa a más de un centenar de jóvenes jugadores. Viven allí y estudian en un instituto cercano. La Residencia, con unos 3.000 metros cuadrados construidos, se divide en tres plantas: la baja, para vestuarios del primer equipo, gimnasio, centro médico, despachos...; la segunda incluye la cafetería y habitaciones; la tercera, habitaciones. En el año 2011 se levantó un nuevo edificio de 1.500 metros cuadrados para las oficinas del club; también se han construido más vestuarios para la cantera y el año que viene entrará en actividad otro edificio destinado a la fisioterapia. En total, 7 hectáreas de instalación. Pradoviejo, por ejemplo, cuenta con 8 campos, 5.000 metros cuadrados de vestuarios y otras dependencias sobre una parcela de casi 13 hectáreas.

Pero hay más. El Villarreal está construyendo una nueva ciudad deportiva sobre un terreno de 4 hectáreas que albergará 3 campos de fútbol 11 y uno de fútbol 8 destinada a todos los equipos de la provincia. Y todo sale del bolsillo de Fernando Roig.