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SEGUNDA DIVISIÓN B

«Si tienes un problema y lo ocultas, no lo curas. Estamos buscando soluciones»

El técnico blanquirrojo se muestra contento con el trabajo de sus hombres, a pesar de la derrota de Vigo, y confiado en volver a ganar ante el Marino

CARLOS FERRER

Viernes, 19 de diciembre 2014, 22:54

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Carlos Pouso no cambia las rutinas. Ayer, como todos los viernes, era el momento de hablar de la semana y analizar todo lo que ha pasado en estos días. El técnico está seguro de que sus hombres han entendido la idea que les ha transmitido en los últimos entrenamientos y que tiene que servir para sacar adelante este nuevo encuentro. La pregunta obligatoria era saber cómo se ha desarrollado la semana después del varapalo de Vigo.

- ¿Se afronta este partido desde una nueva dinámica tras la derrota del domingo?

- Yo no soy de mirar demasiado el pasado. Afrontamos el partido de mañana con toda la ilusión del mundo. Está claro que hay que tener tropiezos y cuando los hay, levantarse lo antes posible. En este aspecto, como todas las semanas, el equipo ha trabajado bien y cuando no ganas, tienes más tensión que cuando eres capaz de hacerlo

- En la rueda de prensa de Barreiro dijo que sabía lo que habían hecho mal y cómo corregirlo. ¿Habrá cambios?

- También dije que no estaba disgustado. En la rueda de prensa tengo que ser respetuoso, por el rival. Lo que no es normal es que el rival te chute cuatro veces y te marque las cuatro y que nosotros chutemos ocho y hagamos dos goles. Otras veces tú ganas chutando una vez y tienes que admitir lo demás. Algo estamos haciendo peor que antes hacíamos bien. Los números están ahí. Si tienes un problema y lo ocultas, no lo curas. Para solucionarlo, hay percibir que lo tienes y buscar la solución. Pero el fútbol sin error no existe. En el fútbol se vive del error, hay que provocarlo y no cometerlo.

- Se están encajando más goles que antes...

- Son números irrefutables. ¿Qué ha podido pasar? Pues que el rival, con menos, nos está haciendo más daño y nosotros, con más, estamos haciendo menos. Fueron dos goles a balón parado, un rechace y un error en un mal bote. Miguel tocó la pelota cuatro veces... para sacarla de la portería. Tenemos cosas que mejorar.

- ¿Darán su fruto las lógicas correcciones?

- Las ha habido durante la semana, como las hay cada semana. Pero sin broncas. Yo soy de convencer. A veces pierdo el norte y me sobrepaso, pero les pido perdón a los jugadores, porque me doy cuenta y me arrepiento. Pero al final es algo con lo que tenemos que saber convivir. Que podemos cometer errores aunque no queramos.

Respeto por el rival

- Llega el último clasificado. ¿Estará el equipo mentalizado?

- Yo respeto muchísimo a todos los equipos y no me molesto en hacer un viaje a Ferrol el sábado y otro el domingo a Luanco para no respetarles. Quiero conocer al rival, ver le 'in situ', porque el vídeo no me acaba de llenar, aunque tiene sus ventajas. Yo valoro igual al Marino, que circunstancialmente va el último, que al Oviedo. No voy a decir que gano por que sí al último y pierdo con los que van por encima, porque entonces no competiría.

- ¿Se podría decir que es un partido trampa?

- Si ganas es lo normal y si palmas, una catástrofe. Algo habremos hecho bien para estar en esta situación. Prefiero jugar contra el Marino que contra el Oviedo, claro. Pero tenemos que competir con todos. Ha cambiado mucho. Habitualmente no había tantos equipos asturianos y ahora tiene el hándicap de que han subido el Lealtad y el Langreo, y que el Caudal mantiene un presupuesto alto. Son equipos poderosos económicamente. Han tenido que recurrir a mucha gente de fuera y ha perdido esa esencia, pero es un equipo que compite bien, que juega francamente bien. Que nadie piense que viene aquí un equipo de Regional.

- Parece que tiene una buena relación con el equipo asturiano...

- Tienen un mérito enorme y me caen fenomenal desde la cantidad de años que he ido con otros equipos. Luis Gallego, el presidente, me merece todo el respeto y todo el cariño. Es una persona recta, honrada y que ha hecho sacar chispas a un pueblo como Luanco. Un auténtico fenómeno.

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