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Titi pugna por el balón en el partido entre UD Logoñés y Guijuelo, que acabó con empate (2-2).
Noviembre gris, que no negro

Noviembre gris, que no negro

La UD Logroñés firma los peores números del cuartero de cabeza, pero acaba colíder

M. GLERA

Jueves, 4 de diciembre 2014, 09:43

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El pasado sábado, noviembre era el peor mes de competición para la UD Logroñés. Noviembre negro. Después de ganar al Racing de Ferrol, las cifras no son tan malas. Seis puntos de los quince en juego. «Son números de play off», defendía Carlos Pouso el domingo en rueda de prensa. No, pero tampoco son los peores. Ahora bien, la magnífica trayectoria del equipo en septiembre y octubre le ha permitido mantenerse en lo más alto de la clasificación. Sus 31 puntos los suman también Oviedo y Murcia.

Noviembre arrancó con tres empates consecutivos. La UD Logroñés se libró de la derrota en León gracias a un gol de Camochu en los minutos finales; empató en Las Gaunas ante el Guijuelo (2-2) después de ir ganando durante gran parte de ese compromiso; y empató en Valladolid (1-1), a pesar de adelantarse en el marcador. «Estamos en un bache tremendo; sólo tenemos 28 puntos», respondió con ironía Pouso en rueda de prensa en aquel momento.

El UD Logroñés encaraba noviembre con un mullido colchón de puntos. Había ganado sus cinco partidos de septiembre (15 puntos) y había sumado nueve más en octubre, con el único lunar de su derrota en Oviedo por la mínima. Esos 24 puntos se sumaban al obtenido en agosto frente al Astorga. 25 en total en diez encuentros. La tranquilidad era máxima.

Sin embargo cuanto mejores son los resultados más se exige y más llamativo es el tropiezo. La UD Logroñés se estampó contra la pared del empate en tres partidos consecutivos. Aparecían los primeros murmullos en una afición que crecía en número en Las Gaunas y que ante el Coruxo ofrecía su mejor entrada, con más de 3.000 espectadores en la grada. La cifra puede resultar insignificante en un escenario de 16.000 butacas, pero éste era un número propio de tiempos de mayor ilusión.

La derrota ante el equipo gallego frenó por completó la maquinaría blanquirroja. Al bloque le costaba aguantarse sobre el césped, pugnar con un rival que disfrutaba de mayor posesión del balón y, además, comenzaba a encajar goles con mayor asiduidad. Malos síntomas. Así, el partido frente al Racing de Ferrol se convirtió en una revalida en la grada, que no en el banquillo.

Ganar a los ferrolanos ha supuesto llegar a seis puntos de quince posibles. Cinco partidos y una victoria. Cinco partidos y una derrota. Es la botella medio llena o medio vacía la que Pouso aludía el domingo. Algo es incuestionable: la UD Logroñés acaba noviembre compartiendo liderato del grupo.

«En esta categoría nadie regala nada». Esta frase no tiene dueño, pero refleja a la perfección la aventura de cada domingo. Porque la UD Logroñés es colíder por méritos propios, pero también porque sus rivales fallan. De hecho, es el peor equipo de los cuatro primeros clasificados durante el pasado mes. Ahora bien, las sensaciones pueden ser peores que los resultados. La UD Logroñés sólo ha perdido un partido de los últimos cinco; Oviedo y Murcia han perdido dos, si bien los ovetenses han sumado nueve puntos y los murcianos, siete. Parece sin embargo, que han sido muy superiores porque la UD Logroñés, además, perdió el liderato en solitario en noviembre. Más sensaciones.

Y el Guijuelo, más silencioso, ha sumado los mismos puntos que el Oviedo, nueve, aunque parezca que hayan sido más, quizá porque no se anota ninguna derrota en noviembre: dos victorias y tres empates.

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