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MIkel Abaroa, autor del primer gol de la UD Logroñés, intenta superar la entrada de Moreno en presencia de Gago.
LOS ERRORES
SE PAGAN

LOS ERRORES SE PAGAN

La UD Logroñés encaja dos goles impropios de su perfil, da el empate al Guijuelo y cede el liderato

JOSÉ MARTÍNEZ GLERA

Lunes, 17 de noviembre 2014, 00:01

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Estamos aprendiendo», apuntó Carlos Pouso en rueda de prensa y no le falta razón. La UD Logroñés afrontaba este domingo hasta tres retos en su primer test serio en Las Gaunas, porque el Guijuelo es un buen equipo, y no cumplió ninguno de ellos, aunque el empate firmado no es ninguna catástrofe. De los errores se aprende y los riojanos deben tomar nota. Pudieron ganar y pudieron perder. Empataron. Más allá del resultado y de ceder el liderato, la UDL entregó dos goles impropios de su actual personalidad, aunque también es verdad que el Guijuelo falló en el tanto de Juan Carlos Menudo. Los riojanos son segundos. Sin más. El Murcia es el nuevo líder, pero el Oviedo perdió. El Langreo demostró que en esta categoría los partidos se deciden por detalles. Como en Las Gaunas.

Finalmente, Pouso apostó por Abaroa como media punta y dejó a Rico como compañero de Jacobo Trigo. El partido sonrió al técnico, pues en la primera aproximación de los riojanos, el vasco remató a placer un balón que voló desde la izquierda. Gol desde segunda línea. El tanto varió el panorama. El Guijuelo estaba bien plantado, con Valero, Javi Moreno y Chuchi marcando la pauta y ganando la superioridad en el centro del campo. Marc se descolgaba entre los medios centros y los centrales y creaba muchos problemas. No estaba cómoda la UD Logroñés ni tenía el balón, por lo que las bandas y el fútbol ofensivo no existía.

Los riojanos no tenían problema en despejar el cuero en largo. Pero alejar el esférico no significa perder tensión. Se perdió. Un balón que Yeray controló en su campo acabó en la red de Miguel. Lo bajó, arrancó escorado a la derecha y superó las desconectadas líneas locales con dos apoyos. Llegó al área y marcó. Más de 50 metros de carrera sin que nadie le incomodase. Grave error.

La incomodidad fue a más. Carlos Rubén disparó desde dentro del área. Había temor, pero no respuesta en un equipo que acumulaba saques de esquina, aunque que no lograba rematar. Sólo Rico conectó su cabeza, aunque sin consecuencias. No había ritmo en los locales, que incluso parecían desorientados sin el cuero.

Y es que el balón da poder. Así se reflejó tras la charla en el descanso. De dominado a dominador. La UD Logroñés tocó a rebato. Veinte minutos intensos en los que el Guijuelo se atrincheró en torno a Garabato. Más presión, mayor concentración, más agresividad... virtudes que marcan diferencias. Y las ocasiones se sucedieron. Garabato impidió el gol de Sergio, que conectó con fe su pie derecho al cuero; Iker mordió dentro del área y Titi buscó el pase de la muerte ante una poblada área. Saque de esquina. Otro más y de nuevo sin réditos. Gago remató de cabeza. Alto.

El Guijuelo logró sacudirse el asedio. Estaba preparado para ello. Valero, Chuchi y Javi Moreno aparecieron. Con balón o sin él, pero anularon poco a poco a los riojanos, que sin embargo tuvieron la fortuna que les había faltado en otros balones aéreos cuando Menudo remató a gol el balón que le puso Titi. Más bien el cuero pegó a Menudo tras el grave error de Garabato en la salida. De nuevo por delante en el marcador. Con sufrimiento, pero por delante.

Quedaba lo más complicado. Aguantar y apuntillar. Ni lo uno ni lo otro. Dice Pouso que sus hombres no dan un paso atrás cuando marcan. Sí lo dan. Lo hicieron contra el Sporting, repitieron contra el Burgos y también ayer. Se desajustan y dejan más huecos. ¿Por qué? La mente del futbolista es compleja. Quizá porque volvió a tomar el balón el Guijuelo, quizá por miedo a perder la renta. Da igual el porqué, la realidad la fija el resultado final y éste no sonrió a los riojanos.

Había advertido el Guijuelo, sobre todo cuando la UDL se empeñó en sacar algunos córners a la frontal del área y ayudar a montar la contra. Así pudo ganar el duelo, pero a Razvan la faltó precisión con Miguel fuera de la portería y batido. Razvan fue, precisamente, quien había empatado el marcador al aprovechar un balón suelto al borde del área pequeña. Los riojanos pidieron mano. Falta de contundencia dijo Pouso. Carencia extrapolable a otros pasajes del encuentros. Eso sí, la UDL es segunda. No hay que rasgarse las vestiduras.

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