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El brasileño Neymar y el francés Kylian Mbappé, expectantes, durante un partido del París Saint-Germain en el Parque de los Príncipes. :: EFE
El PSG hace saltar la banca

El PSG hace saltar la banca

El poder de los jeques sitúa incluso al Real Madrid y al Barcelona en clara desigualdad con respecto a los galos y al Manchester City Mbappé, Neymar o Dembélé elevaron los costes de los fichajes hasta límites insospechados

JULIÁN ALÍA

Miércoles, 27 de diciembre 2017, 23:56

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madrid. Cuatro días quedan para que comience el mercado invernal. Aunque se espera que se mantenga la inflación, pocos nombres quedan reservados para el gasto de cantidades tan exageradas como las del último período. Quizá Antoine Griezmann, si decide moverse del Atlético de Madrid, o Philippe Coutinho puedan desempeñar ese papel y emular la situación del verano, cuando el París Saint-Germain se encargó de que el mercado saltase por los aires fichando a los dos jugadores más caros de la historia.

Entonces, pronto comenzaron los rumores de que el PSG quería, y podía, hacerse con los servicios de la estrella brasileña del Barcelona, Neymar. El carioca, que había renovado hasta 2021 con el club azulgrana, tenía una cláusula ascendente que iba incrementando cada temporada. Ese mismo verano, pasó de 200 a 222 millones de euros. Poco comprensible para la entidad parisina, que podía haber acelerado el proceso y evitarse un buen pellizco. Neymar consiguió reunirse con su compatriota Dani Alves en el equipo francés, que había cedido un 4-0 en la ida de los octavos de Champions ante el propio Barça y que, como los culés, solo había ganado la copa (las dos francesas en el caso del PSG), acabando la liga en segunda posición.

Tras abonar los 222 millones y 'arruinar' el verano del Barcelona, el siguiente objetivo del jeque Nasser Al-Khelaifi, propietario y presidente del PSG, fue el Real Madrid. En realidad lo fue el Mónaco, campeón de la Ligue 1 y semifinalista de Champions, pero en aquel momento, el futuro del joven francés Kylian Mbappé, primer artífice de la tremenda temporada del cuadro monegasco, parecía destinado a teñirse de blanco.

Mbappé, que curiosamente debutó en la liga francesa sustituyendo a la 'leyenda' madridista Fábio Coentrao, parecía tener un acuerdo con el equipo que acababa de revalidar el título de la Champions por primera vez, pero los parisinos se entrometieron y, mediante una cesión y un precio de 180 millones de cara a la próxima temporada para sortear las normas del 'fairplay' financiero, se hicieron con él y compusieron un tridente de miedo (Neymar, Mbappé y Cavani) que pisará el césped del Santiago Bernabéu en febrero. Así, el PSG consiguió al máximo responsable de su eliminación en la Liga de Campeones y al de su segundo puesto en liga, dispuesto a dar el golpe definitivo encima de la mesa. O del campo, más bien, porque en los despachos siempre han destacado.

También estuvo activo en materia de fichajes el Manchester City, propiedad del jeque Mansour bin Zayed Al-Nahyan. El equipo de Pep Guardiola, que este curso se pasea por la Premier League de recital en recital avistando tanto el récord de puntos como el de goles a favor, destinó casi 250 millones de euros al mercado de traspasos en ocho jugadores y sin superar ninguno de ellos los 60 'kilos'.

'Fairplay' financiero

Poco más en total que el PSG en tan solo dos futbolistas: Neymar (222) y Yuri Berchiche (16), ya que Mbappé permanece como cedido hasta la temporada que viene, cuando deberán abonar esos 180 millones. En el Madrid, sin embargo, aún sueñan con que la FIFA castigue al PSG sin poder fichar por incumplir el 'fairplay' financiero. Entonces, Mbappé volvería a ser propiedad del Mónaco y, probablemente, acabaría vistiendo el blanco.

De entre los dos españoles afectados por el despilfarro parisino, el Barcelona salió mejor parado. Ni siquiera le hizo falta la llegada de Philippe Coutinho, siempre en la órbita azulgrana, con los más de 200 'kilos' percibidos por Neymar. Tampoco el rendimiento de Ousmane Dembélé, cuyo fichaje podría alcanzar los 145 millones de euros teniendo en cuenta las variables y que cayó lesionado y solo disputó dos partidos de Liga y uno de Champions.

Ernesto Valverde aterrizó en el banquillo culé como una versión mejorada de MacGyver para encajar todas las piezas, las que tenía a su disposición, a la perfección. Ahora, su equipo marcha primero en la tabla, es el único invicto y está en octavos de Champions, donde tendrá que vérselas con el Chelsea de Antonio Conte.

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