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Los béticos celebran el ascenso.
El Betis vuelve a la élite
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El Betis vuelve a la élite

Los verdiblancos ascienden a falta de dos jornadas, tras vencer 3-0 al Alcorcón con un doblete de Rubén Castro y la guinda de Jorge Molina

colpisa

Domingo, 24 de mayo 2015, 22:26

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El Betis nunca se rinde. Nada menos que once veces descendió a Segunda y doce, con la de este domingo, ascendió a la máxima categoría, la que le corresponde por masa social e historia. En el duelo frente al Alcorcón, delante de nada menos que 50.000 hinchas que pintaron de verdiblanco el Benito Villamarín, el equipo de Pepe Mel, no podía ser otro técnico, logró de nuevo el objetivo.

Éxito inimaginable en diciembre, cuando los heliopolitanos estaban a ocho puntos del segundo. Menos de medio año después de que saliera Julio Velázquez, de que Merino hiciera de puente con cuatro victorias y de que Mel rescatara de nuevo el buque para llevarlo a buen puerto, a falta de dos jornadas.

Implacables en una persecución que convertirá este ascenso a Primera en uno de los más caros, Girona y Sporting no aflojaron, así que el Betis debía de vencer al Alcorcón para no quedarse en la orilla. Igual que en 2011, el técnico madrileño ha vuelto a hacer que parezca fácil. Ha gozado de la inestimable ayuda de dos grandes delanteros como Rubén Castro y Jorge Molina, que suman 51 goles entre los dos, una barbaridad.

La entidad hispalense ha enderezado el rumbo deportivo después de una nefasta pasada temporada en la que se consumó el descenso como colista, descolgado jornadas antes de que concluyera el torneo. El Betis, inmerso aún en un concurso de acreedores y en pleitos judiciales por la propiedad del paquete accionarial mayoritario del club, ha encontrado en los últimos meses a un presidente, Juan Carlos Ollero, quien accedió al cargo el pasado noviembre, que ha gestionado el club con racionalidad para que no se descentrara la marcha deportiva.

El duelo en sí ya fue lo de menos. El Betis salió con mucho ímpetu sobre la portería visitante alentado por una afición entregada. Frente a los verdiblancos se presentó un rival, el que dirige José Bordalás, que llegó a la capital andaluza con 52 puntos, la permanencia asegurada e incluso con remotas opciones de ser aún sexto y disputar la fase de ascenso.

El equipo madrileño, que acumulaba siete partidos sin perder, aunque cinco de ellos habían sido empates, jugó sin presión y bien armado en la defensa, uno de sus puntos fuertes, y por momentos aprovechó la precipitación de los locales en su intento de marcar pronto. Pero poco duró la efectividad del equipo visitante, hasta que se envalentonó, adelantó líneas y dejó espacios para que Rubén Castro, máximo goleador de la categoría y de la historia del Betis, se plantara ante el meta Javi Jiménez y lo batiera con un sutil remate por alto que dejó descontrolado al portero.

El 1-0 llegó en el minuto 21 y lo difícil parecía que ya lo había hecho el Betis, abrir el marcador ante un rival al que le cuesta mucho marcar. La reacción del conjunto alfarero no llegó. Sólo algún remate aislado pero sin puntería ante un adversario que siempre intentó llevar el protagonismo del choque y al que le faltó algún gol mas para irse tranquilo a los vestuarios en el descanso.

Esta tranquilidad llegó cuando a los seis minutos de la reanudación Facundo Guichón cometió penalti sobre Dani Ceballos y el delantero canario lo transformó en su segundo tanto de la noche y su trigésimo segundo en esta Liga. El otro goleador del equipo, Jorge Molina, puso el 3-0 poco después ante el delirio de los aficionados y la bajada de brazos del rival en medio de la fiesta del ascenso que se prolongó en el estadio una vez acabado el partido.

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