Borrar
Messi y el lesionado Mascherano, sobre el césped del Vicente Calderón tras la conquista de la Copa. :: JuanJo Martín / efe
El Barcelona no se  da ni un día de tregua

El Barcelona no se da ni un día de tregua

La llegada del sustituto de Luis Enrique abre una nueva etapa

JESÚS BALLESTEROS

Lunes, 5 de junio 2017, 00:08

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Con ese aire de clandestinidad que ha dejado el título de la Copa del Rey, arrancan días intensos en Can Barça. Sin tiempo ni ganas para celebraciones, el club azulgrana busca pasar página tras una temporada irregular en la que el trofeo copero no ha saciado el hambre de títulos. Hace años ya que el torneo del KO no sirve para salvar campañas en la Ciudad Condal. La Liga, y quizá también la Champions, del Real Madrid obligan a un nuevo proyecto que recupere la mejor de las versiones del Barcelona.

En el club, pese a la ausencia de festejos, se ha querido dar importancia a la última conquista. Pero es más que obvio el poso de decepción que ha dejado la última temporada de Luis Enrique. «En el Barça existe la exigencia de ganarlo todo cada año. A partir del lunes toca perfilar el futuro. Llegarán nombres que ilusionen y otros que no tanto», explicaba tras la victoria ante el Alavés el presidente, Josep María Bartomeu.

Y es que la vigésimo novena Copa del Rey apenas consumía algunos minutos en las comparecencias públicas instantes después de levantarla al aire de Madrid. Todo pasa ya por la planificación y los nuevos mimbres que deben ayudar a recuperar la sonrisa al aficionado.

El primero será el del entrenador. Ernesto Valverde relevará a Luis Enrique en el banco azulgrana y, con él, comenzará otro verano intenso para Robert Fernández, por mucho que el director deportivo busque lanzar un mensaje de calma. «Estoy muy contento con el título conseguido. Lo que tenga que venir, vendrá. Repito que estoy muy contento porque la Liga la hemos tenido a un partido y hemos hecho las cosas bien. Estoy muy tranquilo», explicaba Robert tras la consecución de la Copa.

La marcha de Luis Enrique debe venir acompañada de unas cuantas salidas en el plantel. Si bien, el de Castellón se quita presión. «Hay que esperar. Todo tiene su momento. Acepto las críticas, pero creo que ha sido un buen año. No cambiaría mucho de la plantilla. Estoy contento con los jugadores», insistía el director deportivo.

Sabe Fernández de la enorme exigencia que cada temporada asume el Barcelona desde el primer día de verano. Hay jugadores que han rendido muy por debajo de lo esperado y el ya famoso fondo de armario sigue molestando al que es el máximo responsable de la planificación deportiva. «Aquí en Barcelona las derrotas son muy duras de digerir. La victoria tiene muchos padres y las derrotas no tienen ninguno. Creo que con Luis Enrique se han ganado títulos y se ha jugado bien. Estoy muy satisfecho, porque hemos ganado la Copa y la Liga la hemos tenido a un partido».

Con el cambio en el banquillo se abre un periodo de reflexión que debe dar paso a uno de planificación y acción. Interrogantes que resolver para ofertar al nuevo entrenador un abanico lo suficientemente amplio y competitivo para poder estar otra vez optando a todos los títulos. Para algunos jugadores se abre también una nueva oportunidad de mostrar que sí tienen sitio.

Es el caso de Paco Alcácer, que cerró el curso como titular y con gol. Pero el valenciano sabe la enorme sombra de duda que sigue generando su fútbol. «La gente ve las estadísticas y no todo el trabajo que se hace. Estoy contento con la temporada aunque sé que podría haber sido mejor. Me voy contento por haber jugado el último partido y por haber marcado. Ojalá que la próxima temporada sea mejor. Siempre se sabe que la primera es para adaptarse», explicaba Alcácer.

Nombres como el del ariete valenciano, o el de Arda Turán, André Gomes, Mathieu y Digne tendrán cabida en el día a día del mercado estival. Fernández y Bartomeu tienen mucho tajo por delante. Todo comienza ya, sin tiempo a más. Sin tiempo a saborear mínimamente una Copa del Rey que deja poco consuelo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios