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El delantero del Real Madrid Álvaro Morata anotó ayer dos goles. :: efe
Baño y masaje entre guerras

Baño y masaje entre guerras

El Real Madrid arrolla, con dobletes de James y Morata, en la primera parte, y guarda fuerzas en la segunda pensando en la Champions

ÓSCAR BELLOT

Domingo, 7 de mayo 2017, 00:37

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Poca piedad hubo con el caído. El Real Madrid arrolló al ya descendido Granada en un nuevo vendaval futbolístico de esos jóvenes y refrescantes valores que enamoran cada vez que saltan al césped pero a los que sus continuas exhibiciones siguen sin valerles para derribar a las figuras que siguen siendo intocables para Zidane cuando de los partidos grandes se trata. James, con un doblete en los primeros diez minutos, y Morata, con otro articulado entre el 29 y el 34, finiquitaron un encuentro que respondió al guión que se presumía: una ejecución sumaria de un equipo desnortado de principio a fin de Liga.

Dos minutos y medio le bastaron al Real Madrid para abortar cualquier conato de una sorpresa que hubiese sido mayúscula. El tanto, firmado por James, fue el perfecto resumen de las prestaciones ofrecidas por el fondo de armario de que dispone Zidane. Un repertorio de pases para todos los gustos ante la atónita mirada de unos futbolistas del Granada que para ese entonces ni habían olfateado el cuero y que desembocó en una incursión de Lucas Vázquez por el costado derecho para que el gallego pusiese un centro que permitía al colombiano demostrar nuevamente que ha llegado al tramo decisivo del curso en plenitud de condiciones. A los diez minutos llegó el segundo, también de James.

Por la derecha había armado sus dos primeros goles el Real Madrid y por allí enhebró también el tercero, cocinado en esta ocasión por Danilo y degustado por Morata. Casi para no hacer más sangrante la incapacidad del Granada a la hora taponar ese carril maldito para los andaluces y bendito para los madrileños, el equipo de Zidane optó por arrancar por el centro para sellar el cuarto, ejecutado nuevamente por el ariete madrileño. Era la vigésima ocasión en que perforaba el marco rival esta campaña, tres más que Benzema aun acumulando más de mil minutos menos que el francés. Sólo Messi supera al internacional español en cuanto a asiduidad goleadora en Liga, lo que da argumentos a quienes no comprenden cómo el galo sigue siendo el escogido para los grandes banquetes.

Danilo y Coentrao responden

El Real Madrid se había marcado un festival para destensarse entre guerras y todos querían su premio. Hasta Danilo y Coentrao, dos futbolistas permanentemente señalados por la parroquia blanca, se habían lucido. Sergio Ramos se permitió la licencia de lleguar hasta las inmediaciones del área custodiada por Ochoa con el balón cosido al pie, Kovacic volvió a exhibir su capacidad para romper líneas en conducción, Morata persiguió el 'hat-trick' y Zidane volvió a repartir esfuerzos concediéndole a Isco y Benzema unos minutos de rodaje de cara al encuentro del Calderón y dando libranza en el tramo final a Casemiro. Acabó con tres delanteros centro -Morata, Benzema y Mariano- un técnico que se ha cansado de repetir en sus últimas ruedas de prensa que una cosa son los sistemas de inicio y otra muy distinta aquellos con los que se termina.

En el Nuevo Los Cármenes ni siquiera hacían falta estos. La abismal diferencia entre un plantel que pelea por el doblete Liga-Champions y otro que ha pagado con el descenso una sucesión de despropósitos desde los despachos bastaba.

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