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Isco, Sergio Ramos y Zidane, durante un entrenamiento del Real Madrid. :: efe
La enfermería vacía, un problema para Zidane
LIGA SANTANDER

La enfermería vacía, un problema para Zidane

Sin lesionados, al galo le perturba la gestión de los egos y el papel de Isco y Morata

IGNACIO TYLKO

Viernes, 24 de febrero 2017, 00:45

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Sólo ha caído dos veces en esta Liga y, todavía con el comodín pendiente de Balaídos, sigue líder con un punto de ventaja sobre el Barcelona y tres sobre el Sevilla, pero cada derrota produce una tormenta en el Real Madrid. Los tres puntos perdidos ante el mejor Valencia de la temporada dejan varias consecuencias para el análisis, futbolistas molestos como Isco y Morata por no participar y jugadores señalados por su mala actuación como Varane, Keylor Navas y James.

Ya con toda la plantilla a su disposición, al técnico francés se le presenta un problema de gestión de egos. Hasta ahora, muchas de sus rotaciones eran obligadas por las lesiones. Pero en Valencia ya tuvo que elegir, dejar fuera de la convocatoria a tipos como Pepe y Marco Asensio y no sacar ni un minuto a dos internacionales españoles que tienen de su parte a buena parte de la afición y de la crítica.

El caso de Isco amenaza con convertirse en un problema serio. El jugador está muy molesto porque no se siente importante, rechazó una oferta para renovar el contrato que vence en 2018 y , tras el penúltimo partido ante el Espanyol, ya dejó su futuro muy en el aire al afirmar que quiere jugar y la carrera es muy corta. En el club han sentado mal esas declaraciones y le han dado un toque de atención.

Zidane dijo en la previa del choque ante el Valencia que entiende la disconformidad del malagueño, pero le dejó fuera del equipo pese a haber destacado en sus dos últimos encuentros. Se decantó por James sin que el colombiano hiciera méritos y prefirió sacar como posibles revulsivos a Bale, todavía falto de ritmo por su larga lesión, y a Lucas Vázquez.

En los duelos importantes, la titularidad en el centro del campo de Casemiro, Kroos y Modric, lejos de su mejor forma, es innegociable para Zidane. Pero, curiosamente, con ellos en el once llegaron las tres derrotas de 2017 frente al Sevilla, Celta en Copa y Valencia. Isco, que no sabe lo que es perder en los 24 encuentros en los que ha participado esta temporada, no quiso ni cruzarse la mirada con su técnico cuando volvió al banquillo de Mestalla tras calentar. Ahí charló luego con Morata, quien también se quedó sin salir pese a marcar un buen gol frente al Espanyol. El delantero saludó y le deseó suerte a Lucas Vázquez cuando el gallego iba a entrar por Modric, pero luego se le vio muy serio. Acabado el choque, Isco salió por la zona mixta cabizbajo, con el rostro semitapado por una gorra. Y Morata detrás de él, también sin hablar y con un gorro de lana puesto.

En el capítulo de señalados, Varane falló en los dos goles, en el de Zaza por contemplativo y en el de Orellana por perder un balón en campo contrario. Completó su peor partido con el Real Madrid y encima se retiró lesionado, aquejado de un problema muscular que, si se confirma que hay rotura, podría tenerle un mes de baja. El portero pudo hacer mucho más en el disparo en semifallo del segundo tanto y enciende todavía más el debate sobre si está mejor Kiko Casilla y si el curso que viene Florentino Pérez tiene que echar el resto para fichar a De Gea o Courtois. Y el colombiano apenas participó y tiró una vez a portería en 62 minutos.

A todo esto, las cámaras de Cuatro cazaron a Cristiano Ronaldo exclamando «¡yo he marcado un gol, tú que has hecho!», cuando se retiraba del campo. Poco después, el portugués se abrazaba al valencianista Nani.

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