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Sergio Ramos celebra el gol que le dio un valioso punto al Real Madrid en el clásico del Camp Nou.
Territorio Sergio Ramos

Territorio Sergio Ramos

El decisivo central aumenta su leyenda y dispara el optimismo en el Real Madrid

DANIEL PANERO

Lunes, 5 de diciembre 2016, 00:56

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En un 'déjà vu' permanente. Así vive el aficionado del Real Madrid los instantes finales de los partidos, sabedor de que tarde o temprano su equipo volverá a dar la campanada en el último segundo. Pasó en la final de Champions ante el Atlético de Madrid en Lisboa, se repitió en la Supercopa de Europa frente al Sevilla en Trondheim (Noruega) y volvió a ocurrir este sábado en el Camp Nou, con buena parte de la Liga en juego. En todos estos 'milagros' hay un protagonista empeñado en elevarse a la categoría de mito, Sergio Ramos.

El central de Camas está logrando poco a poco rebautizar la llamada 'zona Cesarini', fase final del partido en la que el centrocampista italo-argentino era decisivo con sus goles en la Juventus en la década de los 30. Ochenta años después tiene un sucesor de altura, no sólo por la cantidad de veces que lo hace, sino por la calidad de sus goles. Tras ser providencial en tres títulos continentales, Ramos da el gran golpe a la Liga y deja tocado al Barcelona a una distancia de seis puntos y lo hace con su particular sello, sobre la bocina.

El gol de Sergio Ramos en el Camp Nou no supone en esta ocasión un título inmediato -«esto es muy largo», dijo Zidane en rueda de prensa-, pero sí que permite a los blancos mantener una distancia amplia con la segunda plaza. El cabezazo postrero del '4' hace que el Barcelona ya no dependa de sí mismo para revalidar el título y afianza el trabajo del francés en el banquillo blanco, un golpe moral en ambas direcciones. «No es un campo fácil. Este resultado es el trabajo de todos y, al final, como siempre, Sergio está ahí para meter el gol. Estoy contento porque hemos creído hasta el final que se podía conseguir», señaló un satisfecho Zidane en conferencia de prensa.

Dentro del gran momento que vive el Real Madrid, Zidane tiene motivos extra para sonreír. Frente al Barcelona el galo volvió a apostar por Lucas Vázquez, Isco y Kovacic, tres jugadores otrora suplentes que han dado un paso al frente esta temporada. Volvieron a rendir a gran nivel y demostraron que se puede contar con ellos también en citas de gran calado como la del Camp Nou. El otro lado de la moneda fueron Karim Benzema, que se volvió a mostrar apático e incluso fue sustituido por Mariano cuando los blancos necesitaban el empate, y un James Rodríguez que se volvió a quedar sin minutos en un gran escenario.

El buen momento que vive el Real Madrid puede verse rubricado si logra igualar este miércoles ante el Borussia Dortmund el récord de 34 partidos sin perder que ostenta el club desde 1989, con Leo Beenhakker.

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