Borrar
Bale y James se saludan en la celebración del gol del galés. :: reuters
El Real Madrid tira de oficio y de balón parado

El Real Madrid tira de oficio y de balón parado

Los blancos no brillan en Ipurúa, pero responden a la exigencia con un gol tras un córner y con un penalti inexistente

AMADOR GÓMEZ

Lunes, 30 de noviembre 2015, 00:57

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El Real Madrid tiró de oficio y de balón parado para derrotar al Eibar en el complicado campo de Ipurúa y rehabilitarse en cierta manera tras las derrotas ante el Sevilla y el Barça y su contradictorio partido frente al Shakhtar. Además de lograr una victoria obligada, después de encajar 10 goles en tres encuentros, por fin consiguió dejar también su portería a cero. Los blancos, sin fútbol y con muchas dudas, al igual que Rafa Benítez continúa con decisiones sorprendentes, con James de nuevo como víctima, no brillaron en Ipurúa, pero entre tanta bruma, al menos sumó tres puntos gracias a su esfuerzo y a un gol tras un córner y otro después de un penalti inexistente, ambos en el tramo final de ambas partes.

Con una jugada ensayada, según se encargó de destacar Benítez, y en el momento más oportuno, sin habérselo entonces merecido, el Madrid se fue con ventaja al descanso y puso asegurar así el triunfo gracias a un cabezazo de Bale desde la posición de delantero centro ahora teóricamente destinada a Cristiano Ronaldo.

No hubo chispa ni profundidad en el equipo madridista, que no logró imponer su superioridad hasta la recta final, aunque tampoco sufrió atrás dada la inoperancia ofensiva de un Eibar que jugó de tú a tú al favorito durante más de media hora, aunque era la calidad la que auguraba que el partido se inclinaría hacia los blancos.

Sin desanimarse

Pese al golpe recibido y a que el Madrid dio un paso al frente en el inicio del segundo tiempo, el Eibar volvió a animarse y fue aún más atrevido, jugando en campo contrario e intentando sorprender con disparos lejanos a Keylor Navas. Dejó el equipo de Benítez durante una larga fase el balón a un equipo al que le gusta, no sólo destruir, sino también jugar al fútbol, pero arriba el Eibar no tenía 'punch'.

Así, el Madrid salió airoso de ese período, hasta que el Eibar, agotado, se fue desinflando, y los blancos por fin se hicieron dueños de un partido que pudieron cerrar con un penalti no señalado a Cristiano y otro gol perdonado por el portugués. En este caso, casi a portería vacía frente a Riesgo, algo incomprensible para Cristiano, que antes no fallaba oportunidades tan claras. Lo logró con un penalti regalado por Gil Manzano, ya que Lucas Vázquez se tiró y el luso negado con el gol no falló desde el punto fatídico. Para el final quedó la lesión muscular de Carvajal, la decimosexta ya que sufren los madridistas esta temporada. Otro fenómeno a estudiar.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios