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Los jugadores del Eibar.
Eibar, de la revelación al drama
Descenso

Eibar, de la revelación al drama

Gaizka Garitano, tras tres campañas en el cargo, dimitió después del último partido, asumiendo como inadmisible que su equipo dilapidara una renta de once puntos sobre el descenso.

Ignacio Tylko

Sábado, 23 de mayo 2015, 21:48

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Si a cualquier aficionado neutral o hincha del equipo armero le dicen a principios de año que el Eibar acabaría sufriendo el drama del descenso a Segunda, hubiera pensado que se trataba de una locura o de un mal sueño. Cuando el equipo de Gaizka Garitano acabó la primera vuelta octavo en la tabla, con nada menos que 27 puntos, 11 por encima de la zona peligrosa, se hablaba mucho más de equipo revelación y de un posible candidato incluso a la Europa League, que de un aspirante a perder la categoría.

El presupuesto, el vetusto Ipurua y, seguramente, la plantilla, eran inferiores al resto, pero el equipo se comportaba de maravilla y no parecía acusar jugar en la élite. Entonces, era el mejor equipo vasco de la categoría, y aventajaba en nada menos que ocho puntos al Athletic y a la Real Sociedad. Había que verlo para creerlo.

La segunda vuelta, sin embargo, ha sido dramática para el modesto club guipuzcoano, de lo peor que se recuerda en la élite. Antes de llegarse a la última jornada, los azulgrana sólo habían sido capaces de arañar cinco puntos en esta parte del campeonato. Primero, igual se relajaron al verse tan sobrados de puntos por la zona tranquila de la tabla, y después, de fora paulatina, sufrieron la presión de verse en peligro, ser cada vez más vulnerables en defensa y menos eficaces en ataque. Hasta que el Córdoba, descendido semanas atrás, visitó Ipurua en la fecha en la que se consumó el drama, el Eibar sólo había sumado en la segunda vuelta una victoria en casa, ante el Málaga (1-0), y sendos empates en sus visitas a Granada (0-0) y Getafe (1-1).

El punto de inflexión lo marcó la salida en el mercado invernal del valenciano Raúl Albentosa, mucho más que un central. Cuando el de Alcira se marchó al Derby County para jugar en la Championship, la segunda categoría del fútbol inglés, el Eibar perdió a un jugador portentoso en las batallas aéreas, decisivo en la estrategia defensiva y ofensiva y con galones y ascendencia sobre la mayoría de sus compañeros. Se quedó sin su mariscal, por cuyo traspaso el club no quiso negociar y por eso se fue previo pago de los 600.000 euros de cláusula. Un duro golpe para Garitano, quien como regalo de Año Nuevo había pedido que no le arrebataran a alguno de sus jugadores imprescindibles. Gaizka Garitano, que tuvo un incidente en Almería por la falta de tolerancia de un periodista local, dimitió tras el descenso asumiendo que ha terminado un ciclo, porque un entrenador que baja a un equipo no merece seguir.

En la jornada final, después de un empate en Getafe que le dejó sin depender de sí mismo, ya sabía que necesitaba ganar y esperar que otros fallaran. Por eso se puso manos a la obra lo más rápido posible y se puso por delante poco después del primer tanto de Messi en el Camp Nou. Hizo tres goles en media hora, después de que el Córdoba hubiese asustado en el arranque y se limitó a esperar lo que sucedía en Barcelona, Almería y en Granada. Al principio las noticias eran buenas, pero a quince minutos del final se quedó a expensas de que llegara un gol en Barcelona, de cualquiera de los dos, que no llegó. 35 puntos fueron pocos para el Eibar, que creyó tocar la permanencia que se le escapó entre los dedos. Al quedar decimoctavo, un descenso administrativo del Elche le podría mantener.

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