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Tiago, expulsado en Leverkusen.
Las sombras de un Atlético en transición
análisis

Las sombras de un Atlético en transición

La lesión de Koke, el desgaste de Arda Turan y el pésimo momento de Tiago y Gabi, convierten a los rojiblancos en una caricatura

Ignacio Tylko

Jueves, 26 de febrero 2015, 18:04

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Aunque hace menos de tres semanas le endosó un 4-0 histórico al poderoso Real Madrid, una caricatura en el Vicente Calderón, y todavía sigue vivo en la Champions y en la Liga, es una evidencia que este Atlético no tiene el mismo poderío que ese equipo enorme que el curso pasado conquistó el torneo de la regularidad y no se coronó en Europa porque Sergio Ramos lo evitó con un gol milagroso en el descuento de la final de Lisboa.

Derrotas inapelables como las de Mestalla, Balaídos y este miércoles en el BayArena de Leverkusen, donde el Bayer le pasó por encima en todas las facetas del juego, eran impensables entonces. Los colchoneros perdían también partidos pero nunca por jugar con menos físico, ritmo e intensidad que sus adversarios. Es cierto que este Atlético tiene más profundidad de banquillo, pero el once titular está mucho peor y Simeone alberga más dudas.

Preocupación por Saúl

  • Las dificultades se agravan con la lesión de Saúl Ñíguez. Preocupa el estado de salud del canterano, que sigue ingresado en un hospital de Colonia y tiene dañado un riñón tras recibir un rodillazo en un salto. Aguantó casi hasta el descanso, pero desde el campo fue trasladado con carácter de urgencia a la clínica. Las noticias que llegan desde Alemania no son muy alentadoras. Le han colocado un catéter para drenar la sangre y no se descarta una eventual intervención quirúrgica. El jugador está acompañado por su padre y el doctor José María Villalón, jefe de los servicios médicos del Atlético.

Pese a la modestia a la que apelaron los rojiblancos, el curso pasado disfrutaron porque todos sus jugadores alcanzaron un nivel excelente. Courtois fue el mejor portero del momento junto a Neuer; Miranda y Godín causaban envidia en Europa como pareja inexpugnable de centrales; Gabi y Tiago llegaban a todas las ayudas; Koke y Arda Turan ponían la magía; Raúl García completó el año de su vida y Diego Costa rayó a un nivel estratosférico hasta que se fundió a finales de campaña. Como laterales, Juanfran y Filipe Luis, muy añorado en el Calderón porque Siqueira no da la talla y Ansaldi se lesiona más que juega, eran dos puñales.

Hoy, Simeone maneja un equipo en transición. Con refuerzos como el de Griezmann, buscó más alternativas y sorprender a los rivales con más posesión y toque que contragolpes y juego a los espacios. Las incertidumbres del entrenador provocan inseguridad en sus jugadores.

El Leverkusen se vistió de Atlético. Los alemanes parecían más porque se anticiparon siempre. Y cuando no lo conseguían, hacían falta táctica. ¿Qué le ocurre ahora al equipo del Manzanares? No sabe bien a lo que juega y pierde la comparación en todas las líneas. Moyá no da la misma seguridad a sus defensas que Courtois; Miranda no es el mismo porque sufrió una larga lesión muscular; y Siqueira no es ni la sombra de Filipe Luis. Juanfran y Godín sí se mantienen en una línea semejante.

Los problemas se acentúan en el centro del campo desde la lesión en el derbi de Koke, el jugador de más calidad junto con Arda, que actuó tocado en Alemania, y decisivo en las acciones de estrategia. Sin ellos, no hay salida, ni balón, ni engarce entre medios y delanteros, ni gobierno de la situación. En el eje, Gabi parece otro futbolista, quizá afectado por el embrollo judicial relacionado con la supuesta compra del Levante-Zaragoza; y Tiago acusa sus 33 años y recurrentes problemas musculares. Raúl García, autor hace una campaña de goles decisivos, juega menos al estar Griezmann. Sin él, el equipo pierde juego aéreo, músculo y gol.

Arriba, Griezmann y Mandzukic rinden a un nivel notable pero se nota que aún están adaptándose al grupo y a los métodos del entrenador, que añora, mucho, a Diego Costa. Para la vuelta de octavos de Champions, Simeone tendrá que diseñar la remontada sin Godín, Tiago y seguramente Saúl. Suspira porque Koke ya esté recuperado y Arda llegue a la gran cita de dentro de tres semanas sin mermas físicas. «Siento que los alemanes nos dejaron con vida». Una sentencia de Simeone que ha calado en un grupo orgulloso y con ánimo de revancha. Como diría un castizo, este Atlético ecléctico no es ni chicha, ni limoná. Y le esperan el Sevilla y el Valencia, dos rivales directos.

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