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Cristiano Ronaldo realiza una espectacular chilena que significó el segundo gol del Real Madrid en Turín. :: efe
Ronaldo, doblete de leyenda

Ronaldo, doblete de leyenda

El Real Madrid deja sentenciada la eliminatoria con dos goles de CR7 y otro de MarceloEl portugués abrió pronto el marcador y dibujó la chilena antológica que siempre soñó cuando el campeón más sufría

IGNACIO TYLKO

Miércoles, 4 de abril 2018, 00:50

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madrid. Agarrado a un Cristiano devastador, autor de otro doblete europeo y de ese gol de chilena que siempre buscó y que será de leyenda por su belleza, su plasticidad, el momento y el escaparate en los que se produjo, el Real Madrid derribó el fortín juventino y liquidó la eliminatoria con extraordinaria grandeza. Sólo una debacle sin precedentes en el Santiago Bernabéu le impediría al campeón disfrutar de su octava semifinal consecutiva en la Champions. El Balón de Oro ya es el único jugador capaz de marcar en diez partidos consecutivos de esta competición y suma 14 dianas en la presente edición, camino de su sexto 'pichichi' consecutivo.

JUVENTUS

0

-

3

REAL MADRID

  • Juventus Buffon, De Sciglio, Chiellini, Barzagli, Asamoah (Mandzukic, min. 68), Douglas Costa (Matuidi, min. 68), Khedira (Cuadrado, min. 75), Bentancur, Alex Sandro, Dybala e Higuaín.

  • Real Madrid Keylor Navas, Carvajal, Ramos, Varane, Marcelo, Casemiro, Kroos, Modric (Kovacic, min. 82), Isco (Asensio, min. 75), Benzema (Lucas Vázquez, min. 59) y Cristiano.

  • Árbitro Cüneyt Çakir (Turquía): Expulsó por doble amarilla a Dybala (min. 66). Mostró amarilla a Betancur, Ramos -ambos se pierden la vuelta-, Lucas Vázquez.

  • Goles 0-1: min. 3, Cristiano. 0-2: min. 63, Cristiano. 0-3: min. 72, Marcelo.

Tan magnífico fue ese segundo gol, ya que enganchó el centro de Carvajal a una altura más que considerable, que buena parte del público que abarrotaba el Juventus Stadium prorrumpió en aplausos y el crack de Madeira hasta hizo una especie de reverencia ante una hinchada rendida a la evidencia. Nueve goles le ha endosado ya CR7 al campeón italiano en seis partidos. Sencillamente, de otra galaxia. Sólo habían perdido los piamonteses una vez en este estadio, frente al Bayern en 2013, pero el Madrid los noqueó con la contundencia de un gran campeón. Sufrió en una larga fase del choque con 0-1 a favor, pero entre el remate galáctico y la expulsión posterior de Dybala se acabó el partido y esta gran cita de cuartos. Un paso más para que el equipo de Zidane pueda batir su propio récord y ser el único que conquista tres Champions seguidas.

Liberado desde hace tiempo de la presión de sentir y decir que la 'BBC' es innegociable, Zinedine Zidane apostó por la presencia de Isco en detrimento de Bale, que no tuvo ni un minuto, Lucas Vázquez y Asensio. El mismo equipo de la final de Cardiff, donde el malagueño ya destrozó los planes del técnico Massimiliano Allegri. Un signo de querer tener el balón en el centro del campo, de manejar los tiempos y de marcar territorio en feudo hostil. Por algo el Madrid no ha perdido ninguno de los seis partidos que ha disputado con el once titular que ganó la decimosegunda orejona.

Frente a un rival con menos nombres pero que compite mucho mejor que el PSG porque es un clásico europeo y posee ese gen ganador o ADN similar al Real Madrid al que se refirió el entrenador blanco en la víspera, el Madrid realizó una puesta en escena sobresaliente. No arriesgó en las primeras dos acciones, resueltas con cesiones atrás y pelotazos de Keylor, pero enseguida se apoderó del balón, del dominio en el centro del campo. No necesitó ni tres minutos para abrir el marcador. Excelente combinación entre Marcelo e Isco y definición genial de Cristiano, ese imponente jugador de banda que superada la treintena se ha convertido en un ariete único.

Se aprovechó el astro portugués de que Barzagli estaba preocupado de agarrarle a Benzema para sorprender a Buffon con un toque sutil y marcar su gol más rápido en esta competición. Brutal Cristiano y golpetazo en la línea de flotación de un adversario que deseaba un partido mucho más cerrado, en el que pasaran pocas cosas, y se veía obligado a arriesgar mucho más. Bueno para el espectáculo y estupenda noticia para el Madrid que la 'vecchia signora' tuviera que abrirse.

Tras el gol, el equipo merengue dio la sensación de tener contra las cuerdas a los juventinos. Con un Isco estelar que aparecía por todas las partes y siempre jugaba con gran criterio, el Madrid gobernaba la situación con aparente suficiencia. Pero faltaba traducir su superioridad en ocasiones. Cuando Kroos lanzó un estupendo y lejano disparo que se estrelló en el larguero, la Juventus ya amenazaba. Supieron los piamonteses reponerse a ese mazazo inicial e inquietaron con un juego más rápido y vertical que un rival que concedía sobre todo por arriba, en acciones a balón parado.

Keylor, soberbio, salvó un remate difícil pero prácticamente a bocajarro de Higuaín que bien pudo ser el empate. Sobre todo por el perfil izquierdo, donde percutían Asamoah, Alex Sandro, por momentos Khedira y también en ocasiones el 'Pipita', les complicaban a los madridistas. Cuando Dybala -es un pecado que Sampaoli no cuente con él en Argentina- entraba en juego, también se presentía el peligro. Pero carecen los turineses de definidores como los madrileños. La tuvo Betancur, pero el uruguayo, sustituto del bosnio Pjanic, no remató con determinación tras una buena dejada de Higuaín. Tampoco Chiellini cabeceó con tino cuando Ramos le perdió de vista tras una falta lateral. Más se esmeró el veterano central para reclamar penalti por una mano involuntaria de Casemiro.

Golazo y expulsión

Estuvo a punto de repetirse la historia tras la reanudación, ya que Cristiano se benefició de una acción a trompicones de Benzema para lanzar enseguida a puerta, esta vez demasiado cruzado. La presión alta de la Juve, empero, hacía sufrir entonces al Madrid. Vio Ramos la amarilla que le impide jugar la vuelta y Dybala estuvo a punto de marcar a balón parado. Con más de media hora por delante, Zidane retiró a Benzema y puso a Lucas. Más trabajo y más versatilidad. Un gran acierto.

Parecía entonces más cerca el empate pero este Madrid no perdona en Europa. Tanto hace temblar a sus rivales que hasta Chiellini y Buffon cometieron un error infantil en un balón largo y preludiaron el antológico gol de Cristiano. La tuvo primero el luso, pero se la dio a Lucas, cuyo disparo desvió el veterano portero. El posterior centro de Carvajal lo enganchó el luso con una chilena estratosférica. Instantes después llegó la expulsión de Dybala. Y para remate final, una combinación excelente acabó con una definición magnífica, con una picadita sobre el portero impropia de un lateral izquierdo. Pero de Marcelo se puede esperar todo.

En el tramo final, el Real Madrid de Zinedine Zidane pudo lograr una goleada histórica. Tampoco lo necesitaba.

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