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Pep Guardiola y las promesas incumplidas

Pep Guardiola y las promesas incumplidas

El técnico vive su año más duro, con la única ilusión real de ganar la Copa, ya que en Liga el Chelsea tiene una renta de 10 puntos

COLPISA

Viernes, 17 de marzo 2017, 01:09

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madrid. Pep Guardiola vio cómo su Manchester City caía el miércoles en los octavos de final de la Liga de Campeones (5-3 en la ida y 1-3 en la vuelta) ante el Mónaco, nuevo episodio de la complicada primera temporada que vive el técnico, que nunca había sido eliminado antes de las semifinales de la Liga de Campeones, en Inglaterra.

¿Puede la magia de Guardiola surtir efecto en Inglaterra? El técnico, ganador de la Liga de Campeones con el Barcelona en 2009 y 2011, semifinalista en 2010 y 2012, también con el equipo culé, y entre 2014 y 2016 entrenador del Bayern de Múnich, nunca había vivido un fracaso europeo similar.

Su llegada a Mánchester tenía como claro objetivo llevar a la cima continental al nuevo rico británico, cuyo mejor resultado en la Champions fueron las semifinales del curso pasado. Garantía de una filosofía de juego atractivo y con un largo palmarés, el poder de seducción de Guardiola situaba al City en primer plano. Pero el equipo se levantó ayer fuera de la máxima competición de clubes, tercero en la Premier League (a diez puntos del líder Chelsea) y con la semifinal de la Copa de Inglaterra ante el Arsenal como única posibilidad de alcanzar un título.

La andadura de Guardiola se está viendo lastrada por las lesiones de algunos de jugadores importantes. Desde su llegada ha perdido al alemán Ilkay Gündogan, llegado del Dortmund y que se lesionó la rodilla en diciembre; el brasileño Gabriel Jesus, que aterrizó en Mánchester en enero y fue inmediatamente decisivo hasta que se fracturó el pie en febrero; y al capitán Vincent Kompany, con lesiones crónicas.

Precisamente son los problemas defensivos los que apuntan los medios ingleses. El antiguo internacional Rio Ferdinand, ahora comentarista de televisión, habló de una defensa «patética» en el gol de Tiémoué Bakayoko, el 3-1 que clasificó al Mónaco. «No hay nadie que mande en el área, guíe a los otros y diga a cada uno dónde debe estar», añadió.

Cuando llegó Guardiola decidió apostar en la defensa por John Stones, fichado del Everton por 55 millones de euros, el zaguero más caro de la historia. Dotado de grandes cualidades para jugar el balon, Stones no ha ofrecido garantías en la retaguardia y ha sido muy criticado.

«Hace falta tiempo», respondió Guardiola en febrero sobre la implantación de su filosofía de juego en el norte de Inglaterra. Descartado de la carrera por el título, el City deberá acudir al mercado de fichajes si quiere pelear con el Chelsea la próxima campaña. ¿Será el que viene el año en el que surta efecto la magia de Guardiola?, se preguntan en Mánchester.

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