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Jugadores de la Lazio calientan con camisetas con la foto de Ana Frank y el lema "No al antisemitismo". Gianni Schicchi (Afp)
El 'escándalo Ana Frank', la última infamia de los ultras de la Lazio
Polémica en Italia

El 'escándalo Ana Frank', la última infamia de los ultras de la Lazio

Cruces celtas, gritos de mono o saludos fascistas forman parte del bagaje de los grupos de aficionados radicales del club romano

Stanislas TOUCHOT (COLPISA/AFP)

ROMA

Jueves, 26 de octubre 2017, 19:27

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Cruces celtas, gritos de mono, saludos fascistas y ahora también fotografías con ánimo insultante sobre Ana Frank. Los ultras de la Lazio son habitualmente señalados por sus actos racistas o antisemitas. Para el sociólogo Sebastien Louis, especialista en movimiento de ultras, "hay siempre una estética de extrema derecha".

A menudo caricaturizado como "club fascista", la Lazio fue sin embargo la entidad que dijo no a Benito Mussolini, el dictador italiano. Fundado en 1900, mucho antes de la creación del movimiento fascista, el equipo romano rechazó participar en la fusión de varios clubes de la capital, deseada por Mussolini y que provocó el nacimiento de la Roma en 1927.

Pero la presencia en sus filas de jugadores que no escondían su simpatía por las ideas fascistas, como varios miembros del equipo campeón de Italia en 1974 o Paolo Di Canio, autor de un polémico saludo a los espectadores en 2005, han contribuido a la negativa imagen de la Lazio.

Estética de extrema derecha

En el seno de los grupos ultras, que ocupan normalmente la curva norte del Estadio Olímpico, "hay siempre una estética de extrema derecha, que se ha acentuado con el paso de los años", añade Louis, experto en los movimientos ultras en Europa. "En 1979, los Vikings fueron uno de los primeros grupos en llevar la política a los estadios, antes el terreno era fértil en Italia en los años setenta, con una fuerte presencia de la extrema izquierda, pero también de la extrema derecha en Roma, una ciudad negra en esa época", explica a la AFP.

Actualmente el grupo dominante en la curva norte son los 'Irriducibili', creado en 1987. "Ahí existe gente que está en el terreno de la extrema derecha, pero también hay una politización de superficie, de carteles. Si se buscan militantes realmente activos políticamente, hablamos de decenas, no alcanzan una centena", explica sobre una tribuna de cerca de 10.000 plazas.

La curva norte fue clausurada por imitar con intención racista el sonido de los monos durante un partido contra el Sassuolo. Los 'tifosi' de la Lazio fueron situados en la curva sur, que habitualmente ocupan los ultras de la Roma, y allí fue donde el domingo pegaron las fotos de Ana Frank con la camiseta de su gran rival, lo que desencadenó un terremoto en la sociedad italiana.

Los insultos y las provocaciones antisemitas han sido durante mucho tiempo habituales en el fútbol italiano. "En los años noventa parecía un concurso de carteles de extrema derecha, con banderas antisemitas horribles, pero no solamente en la Lazio. También se vio en la Roma, en el Inter o en la Sampdoria, a propósito del Milan, con cánticos de 'rossoneri ebrei' (rojos y negros, judíos)", recuerda Louis.

Más recientemente, la Juventus también fue sancionada por un cántico antisemita entonado por los hinchas en un partido ante la Fiorentina. "Estamos claramente en una retórica de estadio. No hay nada de reflexión, ninguna explicación particular. Es estúpido, una falta de cultura, pero para ellos es un insulto como otro", añade Louis.

La idea de una retórica de estadio está presente en el discurso de los 'Irriducibili', que según sus últimos comunicados "no hay nada racista", en lo que hacen. "Las bromas no son un delito", añadieron sobre el escándalo de las fotos de Ana Frank.

Además los ultras de la Lazio lamentan que no se valoren sus iniciativas positivas. "Como la provocación, la solidaridad forma parte de la cultura de los ultras. Antes del partido de la Lazio en Niza fueron al monumento en memoria de las víctimas del atentado. Además recolectan dinero para buenas causas y organizan donaciones de sangre. Hubo una movilización de ultras muy importante tras los terremotos o las inundaciones en Livorno", concluye Louis.

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