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El jugador del Athletic de Bilbao Carlos Gurpegui saluda a un aficionado a la llegada al hotel de su equipo. :: ignacio pérez
Gabarra o escalón al 'triplete'
FINAL DE LA COPA DEL REY

Gabarra o escalón al 'triplete'

Luis Suárez jugará junto a un Messi que ya marcó en las dos últimas finales ante los rojiblancos

RODRIGO ERRASTI

Sábado, 30 de mayo 2015, 01:35

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Barcelona. «Sin 'doblete' no hay 'triplete'». La final de Copa del Rey entre Barcelona y Athletic, la tercera en sólo seis años entre los dos equipos que suman 50 copas entre ambos, ha derivado a una cita en la que el Barcelona parece más obligado que ilusionado por llevarse un título por el que su rival sueña desde hace tres décadas. «Estamos obligados a ganarlo todo porque los objetivos son muy altos», reconoció Andrés Iniesta. Luis Enrique ha buscado mentalizar a los suyos en que es una gran final, sin el glamour europeo de la 'Champions', pero que le permitirá a los suyos entrar en los libros de historia y soñar con el 'triplete'.

En Barcelona, más allá de la preocupación por el rival, la semana ha sido la de concienciación de que no es un partido más ante su público. «Es una ventaja no tener que viajar ni concentrarse. El hecho de jugar en casa nos permite conocer mejor el campo pero tampoco hay tantas diferencias», explicó Busquets. De hecho, las que hay serán a favor del Athletic, que estará apoyado por dos tercios de aficionados rojiblancos en el Camp Nou por uno sólo del Barcelona. «Hay que apoyarse en el respaldo que tenemos. Nos debe dar igual que sean locales. Si no nos lo creemos nosotros, ¿quién se lo va a creer?», replicó Ibai Gómez antes de vaticinar: «Este año va a ser la definitiva, me dice la gente». Eso sí, en el cuadro catalán advierten de que en cuanto a ilusión están «al mismo nivel o más» que los vascos. « A ilusión y a ganas no nos gana nadie», recordó Iniesta.

Los visitantes

El Athletic sabe que cualquier arma, incluso la psicológica debe ser aprovechada y por eso no quiso ceder la caseta local a los azulgrana porque el de los leones es el club más antiguo. «Nos gustaría estar en nuestro vestuario, el visitante es más pequeño y tiene menos cosas pero al final de lo que se trata es del partido», comentó Luis Enrique.

«Tenemos nuestras opciones, no sé el porcentaje. Pero sabemos que tenemos nuestras opciones y vamos a intentar cogerlas», añadió Beñat. El entrenador azulgrana defendió mantener los mismos hábitos que cualquier otro partido en Barcelona pero negó un exceso de euforia. «Si le preguntas a cualquier aficionado del Athletic también piensan que van a ganar. La fe es una característica de los seguidores y los jugadores de los dos equipos sabemos lo difícil que es. Eso te mantiene alerta», señaló antes de recordar precedentes de otros favoritos en finales en su estadio.

«A lo largo de la historia hemos visto equipos, resultados de derrotas de equipos que jugaron la final en su campo», rememoró Luis Enrique al ser preguntado por las finales perdidas por otros como Bayern de Múnich o Real Madrid ante los suyos. Especialmente doloroso fue para los blancos, que cayeron en siete ocasiones ante su afición. Por contra, la historia dice que el Barça sólo jugó dos finales en el Camp Nou y en ambas no sintió vértigo. En la primera, en 1963, se llevó la Copa ante el Zaragoza y después se llevó la Recopa de 1982 ante el Standard de Lieja.

Las 99.354 plazas del Camp Nou se llenarán, aunque muchos aficionados del Barcelona han optado por reservar billete para Berlín. «No tengo dudas de que el 30 de mayo habrá más gente del Athletic que del Barcelona aunque juguemos en el Camp Nou», vaticinaba en abril Mikel San José y Luis Enrique se alineó en el mismo sentido en la previa. Así será. Los 37.000 que se accederán al Camp Nou lucirán un espectacular mosaico en la zona Gol Sur con el lema elegido 'Fent Història ('Haciendo Historia'), que hace referencia a la campaña '¡Conquistemos la Copa!' lanzada por el club catalán. Las localidades de la Federación Española de Fútbol han sido ocupadas por aficionados del Athletic, por lo que serán mayoría. Muchos de ellos se presentarán en Barcelona en busca de una entrada de última hora.

Los menos valientes se quedarán en la capital vizcaína y lo seguirán por alguna de las 22 pantallas instaladas, seis de ellas en un San Mamés que se llenará para presenciar el encuentro y soñar con la gabarra.

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