Chapecoense inicia un nuevo sueño en la Libertadores

El nuevo entrenador de los brasileños, Vagner Mancini, tiene la difícil misión de hacer reverdecer la alegría tras el luto, con un plantel que debió ser reconstruido prácticamente por completo. El reto, según dijo el propio Mancini a la prensa brasileña, es «recordar a todos» los fallecidos en la catástrofe y hacerlo «jugando bien al fútbol». El Chapecoense hizo 22 fichajes para afrontar la Libertadores, pues 19 jugadores y el anterior técnico, Caio Junior, murieron en el accidente que le costó la vida a 71 de los 77 tripulantes del avión chárter que transportaba al club a la ciudad de Medellín.

36 años de crecimiento

Allí, los brasileños abrirían contra el colombiano Atlético Nacional la final de la Copa Sudamericana. Su rival le cedió el trofeo luego del suceso, como una muestra de solidaridad con las víctimas. Chapecoense y Zulia comparten el Grupo 7 con el argentino Lanús y el uruguayo Nacional. Tal como su rival, el cuadro venezolano se estrena en el torneo continental. Fundado en 1973, Chapecoense jugaba en 2009 en la cuarta división en Brasil, lejos de los focos del fútbol internacional. Comenzó entonces un imparable ascenso que lo llevó a primera división en 2013 y alcanzó la gloria en la Copa Sudamericana, a pesar del duro final que tuvo su aventura. Sus jugadores dejaron imborrables recuerdos a todos los que siguieron su meteórica evolución.

Así sucede con Renny Vega, portero del Zulia con larga experiencia en la selección venezolana, quien guarda en la memoria los grandes momentos que firmó Renato bajo los tres palos del humilde conjunto radicado en Chapecó, en el sur de Brasil. «Uno de los mejores porteros que había en la (Copa) Sudamericana era Renato. Yo lo seguí mucho y lo recuerdo mucho», declaró el guardameta tras una sesión de entrenamientos del Zulia a la espera del compromiso. Millones de aficionados al fútbol, como Vega, tienen en la mente sus fotografías particulares del trayecto de Chapecoense en su increíble salto desde el ostracismo hasta la leyenda. En choques como el de este martes, es imposible evitar que vuelvan con fuerza.

Arango, en su tierra

Por ello, el partido «va a paralizar a medio mundo futbolístico», según sentencia -convencido- Vega. Dos de los integrantes del plantel de Chapecoense de 2016, Moisés Ribeiro y Nenén, están incluidos en la lista de convocados presentada por Mancini para el enfrentamiento con el Zulia. Sufrieron a distancia por lo sucedido con sus compañeros y ahora tienen la oportunidad de jugar por ellos y para ellos nada más y nada menos que en la Copa Libertadores.

Ahora están rodeados por colegas distintos, con quienes han empezado a dar forma a nuevos sueños desde que Chapecoense retornó a las canchas el pasado 21 de enero en un amistoso contra Palmeiras en el Arena Condá. Artur Moraes defiende la meta que tan bien custodió Renato, piezas como Andrei Girotto, Arthur y Niltinho estructuran al equipo desde la zona media, y Wellington Paulista está llamado a aportar los goles que sostengan el futuro. El Zulia espera ser un rival que permita que el regreso de Chapecoense se produzca en el marco de un gran partido. Tiene futbolistas de nivel para cumplir el objetivo, como Juan Arango, excapitán de la vinotinto, quien regresó este año al fútbol venezolano tras 16 años de éxitos en México, España, Alemania y Estados Unidos. «Todos estarán atentos al debut de Chapecoense, pero para nosotros (el encuentro) significa mucho en particular (...). Que no se nos vaya la mirada de lo que podemos lograr», avisó el técnico de los petroleros, Daniel Farías. Llega el día. Llega la hora de soñar.