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Beyoncé, Chris Martin y Bruno Mars.
Coldplay, Beyoncé y Bruno Mars encienden la Super Bowl
fútbol americano

Coldplay, Beyoncé y Bruno Mars encienden la Super Bowl

Antes del comienzo del partido, la excéntrica Lady Gaga interpretó el himno, ataviada con un traje de chaqueta y pantalón rojo brillante

colpisa / AFP

Lunes, 8 de febrero 2016, 07:32

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Con Coldplay en una explosión de colores psicodélicos y Beyoncé con Bruno Mars en un duelo coreográfico, el tradicional espectáculo de la Super Bowl ha mantenido en vilo a unos 75.000 espectadores y 150 millones de televidentes en Estados Unidos.

Rompiendo con la tradición de invitar a artistas conocidos por su espectacularidad y otras extravagancias, los organizadores han optado esta vez por el grupo británico Coldplay. El cantante Chris Martin ha inaugurado el espectáculo con uno de los temas más populares del grupo, 'Viva la vida', sobre un escenario en forma de flor. Martin, cuya voz por momentos se hacía inaudible bajo la del público, ha cantado a continuación 'Paradise' y 'Adventure of a Ligetime', acompañando imágenes de espectáculos anteriores que mostraban a Michael Jackson, Whitney Houston y Bruce Springsteen, entre otros.

Al escenario ha subido Bruno Mars, acogido triunfalmente por su interpretación de 'Uptown Funk'. Beyoncé ha entrado entonces en escena para cantar 'Formation', tras lo cual los dos artistas estadounidenses, ambos de negro y junto a sus séquitos de bailarines, se han ido acercando hasta quedar frente a frente en el momento culminante del espectáculo, cuyo presupuesto ha rondado los 10 millones de dólares. El esperado 'show' ha terminado con las estrellas juntas en el escenario mientras en las gradas los espectadores levantaban pancartas de colores armando las palabras 'Believe in Love' ('Cree en el amor').

Antes del comienzo del partido, en otro momento muy esperado, la excéntrica Lady Gaga ha interpretado el himno, esta vez ataviada con un traje de chaqueta y pantalón rojo brillante. Desde 2005, para evitar que se repitiera el 'Pezongate', escándalo provocado el año anterior cuando Justin Timberlake destapó un pezón de Janet Jackson, el programa se difunde por la televisión estadounidense con cinco segundos de diferido.

La Super Bowl, seguida por un promedio de 120 millones de espectadores, entre ellos el presidente Barack Obama, que se reúne cada año con amigos en la Casa Blanca, es también un acontecimiento importante para las marcas, que se exhiben en largas y repetitivas pausas publicitarias. El evento ha hecho gastar a las empresas unos cinco millones de dólares por una aparición de 30 segundos.

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