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Delfín Álvarez, con el puro en el banquillo, en su época de entrenador del Logroñés. :: e d. r.
Delfín Álvarez dijo adiós en silencio
ENTRENADOR DEL CLUB DEPORTIVO LOGROÑÉS

Delfín Álvarez dijo adiós en silencio

El extécnico con el que el Logroñés ascendió a Segunda falleció el pasado 29 de agosto

CARLOS FERRER

Sábado, 5 de septiembre 2015, 12:15

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Era gallego en su máxima definición. El sábado pasado, con 78 años de edad, fallecía uno de los entrenadores más carismáticos que ha tenido el fútbol riojano en general y el Club Deportivo Logroñés, en particular, en su larga historia. Delfín Álvarez marcó la historia del club blanquirrojo en los cuatro años en que dirigió como entrenador a su primer equipo.

Nacido en la localidad orensana de Veiga, en el año 1936, Delfín Álvarez fue jugador del Real Madrid, Plus Ultra, Granada (donde debutó en Primera División), Murcia, Español y Pontevedra (en la época en que se decía que había que 'roelo').

Como entrenador comenzó su larga vida deportiva en el Guadalajara, y continuó en Orense, Badajoz y Pontevedra, antes de recalar en el Logroñés. Después, siguió en Elche, Racing de Santander y varios equipos más hasta que una lesión de cadera hizo que dejara los banquillos definitivamente. Tras muchos años en los banquillos, en la última década formaba parte de la Asociación de veteranos del Real Madrid y solía ir al campo y a jugar la partida con hombres de la talla de Alfredo Di Stefano, con quien tenía una gran amistad.

Delfín llegó a Logroño de la mano de Cesáreo Remón, el 15 de marzo de 1983, al día siguiente de que fuera defenestrado Pedro Uribarri. Con el 'gallego sabio' el conjunto blanquirrojo empezó a gestar una de sus mejores épocas de juego y resultados, que terminó con el ascenso a Primera División, aunque él se había ido un año antes, pero dejando muchos y buenos jugadores.

Remón fue su primer mentor, pero sus mejores triunfos los consiguió con Joaquín Negueruela en la presidencia del club y Fernando Villamor como vicepresidente, todos ellos, también ya fallecidos.

Finalizó la temporada 82/83 en la novena posición de la tabla y en la siguiente hizo un equipo para conseguir el ascenso, ya con Negueruela en la presidencia del club.

Fue una gran temporada, que se rubricó con el ascenso, con aquel famoso 'gol de Pita' que dio con el equipo en Segunda División, con la afición volcada con el equipo y con el fútbol logroñés en su mejor apogeo en todos los sentidos.

Delfín Álvarez mantuvo al equipo en Segunda en la siguiente temporada, logrando que el Logroñés quedara en la sexta posición, empatado con el quinto, el Castilla, filial del Real Madrid. Como buen gallego, Delfín era supersticioso, y como ejemplo a recordar, no podía ver el color amarillo bajo ningún concepto.

Todos los entrenadores tienen un comienzo y un final en los clubes. En el caso del técnico gallego, su relación en clave blanquirroja finalizó en día 13 de febrero de 1986, cuando presentó su dimisión, porque no le parecía bien cómo estaban sucediéndose los acontecimientos en el club. Le sustituyó Koldo Aguirre y en la temporada siguiente, con Chuchi Aranguren (también fallecido) como entrenador, el Logroñés conseguía su primer ascenso a la máxima categoría del fútbol español.

Dejó el Logroñés, pero mantuvo el cariño por la ciudad y por el club, y, de forma recíproca, la afición blanquirroja siempre le ha recordado por su gran labor al frente del equipo. Tras su paso por el Club Deportivo Logroñés, dejó muchos recuerdos y, sobre todo, muchos amigos, que hoy le lloran.

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