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COPA AMÉRICA

Brasil y el virus de los fracasos

La recurrente 'mano inocente' de Thiago Silva fue decisiva y no sirve la excusa de la repentina enfermedad de 15 jugadores, según Dunga

IGNACIO TYLKO

Lunes, 29 de junio 2015, 00:40

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madrid. Humillada en su Mundial ante Alemania, que le infligió una derrota jamás vista con el 1-7 del estadio Mineirao de Belo Horizonte, Brasil no levanta cabeza. La 'canarinha' despierta tantas pasiones como fracasos genera. Dunga lo fue todo como abnegado centrocampista, pero dirigiendo desde el banquillo no da con la tecla desde que ganó la Copa América del 2007 y la Confederaciones dos años después. Fue destituido tras el Mundial de Sudáfrica, donde cayeron en cuartos de Port Elizabeth ante la ruda Holanda, y de nuevo es foco de las críticas tras la eliminación de la verdeamarilla frente a la orgullosa pero limitada Paraguay en los malditos cuartos de la Copa América de Chile.

La historia reeditó la película de hace 4 años en Argentina, donde los brasileños también hincaron la rodilla en esta misma ronda frente a los guaraníes. Y también por penaltis. Entonces fue todavía más tragicómico, ya que a la tanda se llegó tras un empate a nada, y en la lotería fallaron los cuatro brasieños que lanzaron. Los disparos de Elano, André Santos y Fred no encontraron puerta, y a Thiago Silva le adivinó la intención Villar, el héroe del combinado que dirigía con acierto el Tata Martino. Aquella selección brasileña la dirigía Mano Menezes, a quien luego reemplazaría Scolari para hacer el ridículo en semifinales del Mundial del 2014.

En el último duelo, los paraguayos revivieron la fiesta desde los 11 metros, aunque en esta ocasión se impusieron por 4-3. Brasil, una vez más, completó una desastrosa tanda, con errores de Everton Ribeiro y Douglas Costa.

El central Thiago Silva, considerado uno de los mejores del mundo, volvió a cometer una acción pueril y decisiva. Una mano absurda permitió la resurrección del modesto, que igualaba el tanto inicial de Robinho y se conjuraba para llegar hasta el final con esas tablas.

Tras la derrota, el zaguero lamentó que su combinado hubiera optado por el «patadón» frente a Paraguay, lo que supone una crítica sin ambages a Dunga, y aseguró que no recordaba bien lo que ocurrió en la jugada clave. «El penalti tengo que verlo mejor porque, a diferencia del que provoqué ante el Chelsea, en octavos de final de la Liga de Campeones, no me acuerdo de que el balón me golpease», puntualizó. Con el PSG, sin embargo, marcaría en el último instante un gol de cabeza que dio la clasificación a los galos, derrotados luego por el Barcelona.

Consumada la debacle, Dunga anunció que un virus afectó a 15 de sus jugadores y limitó los entrenamientos previos. «No es excusa ni atenuante, pero sufrieron una virosis y redujimos mucho los ensayos. Era un partido para tener velocidad y no la tuvimos», dijo el seleccionador en la rueda de prensa. «Mucho dolor de cabeza, de espalda, malestar en el cuerpo, vómitos... Unos padecieron más que otros y tuvimos que reducir los esfuerzos», dijo, sin explicar las causas de la enfermedad. El anuncio era nuevo pues Dunga, en la conferencia previa al partido, había dicho que los cinco días que tuvieron libres sirvieron para recuperar físicamente al equipo.

«Afectó, pero no es disculpa»

Entre los titulares, algunos confirmaron la enfermedad y otros no, pero todos coincidieron en que no es justificación. «Me golpeó ese virus; todo el mundo se despertó con fiebre. Del día a la noche, afectó a varios jugadores. No podemos poner eso como disculpa, pero creo que nos afectó mucho», dijo el portero Jefferson.

El lateral Filipe Luis, sin embargo, dijo que no se contagió. «No supe nada de eso; puede ser que a algunos jugadores les diera, pero no pasó conmigo», comentó en la zona mixta el del Chelsea. «No me gusta estar con excusas. El virus afectó pero podríamos haber ganado con él o no», lanzó, por su parte, Robinho, molesto porque fue sustituido y no pudo ejecutar uno de los penaltis.

Además del fracaso que supone caer en cuartos, Dunga perdió en la fase de grupos a Neymar, su referente. Sancionado con cuatro partidos de suspensión después de la gresca que protagonizó ante Colombia, el técnico no podrá contar con la estrella en los dos primeros partidos de la clasificatoria mundialista.

«Es inútil lamentarse y hay que buscar mejorar. La derrota es dura pero supone una preparación para las eliminatorias de cara a Rusia 2018. Hay que aprender la lección y alegrar a la hinchada», esgrimió Dunga, con su futuro en el aire.

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