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Toni Hernández conversa con Carlos Pouso.
Cara de tonto
FIEBRE EN LAS GAUNAS

Cara de tonto

Toni Hernández, presidente del Huracán Valencia, ahora sí arremete contra los árbitros por poner en juego su proyecto

M. GLERA

Domingo, 28 de junio 2015, 23:51

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A Toni Hernández, presidente del Huracán, no le gustó que Ruipérez Marín, colegiado del partido entre su equipo y el Huesca, diera por bueno el gol del club aragonés y no hiciera caso a su asistente que, según él, estuvo «30 segundos» con el banderín levantado. «Me juego el proyecto de un año porque un señor ve o cree ver algo».

Le ha cambiado la cara al presidente de Huracán. Dice que se le queda «cara de tonto» cuando te «roban» la cartera en casa. Hace tres semanas todo fue muy diferente. El resultado también cambia los discursos. Tal y como explica Hernández cómo fue el gol del Huesca, no es fuera de juego. Y tampoco el árbitro desautoriza, como también dice, a su asistente. La última palabra es la del colegiado y no hay desautorización, sino corrección. Anular el gol sí que hubiera sido una equivocación.

Este Toni Hernández es el mismo que el 30 de mayo jaleaba a sus aficionados y se encaraba con el banquillo de la UD Logroñés, que sufría porque un árbitro, también, pitaba una pena máxima más que dudosa, se lesionaba y el asistente se vestía de colegiado, pitaba otra pena máxima y expulsaba a dos blanquirrojos. El mismo. Entonces no tenía cara ni de perdedor ni de víctima. Si hubiera tenido un poco de respeto, hubiera entendido que es más difícil saber ganar que perder.

Decía ese mismo día mi compañero Sergio Moreno que era un hombre de dos caras: amable en la redes sociales y menos afable en las distancias cortas. «Somos un club simpático y agradable», afirmaba el sábado en la cadena Cope. Debe ser otro club, porque el que se midió la UD Logroñés le negó las entradas a los aficionados blanquirrojos pues Hernández iba a llenar San Gregorio. Tuvo que intervenir la Federación Riojana y hacer valer su papel para que la UDL tuviera su cupo de entradas (el 8% del aforo, más o menos). A 20 euros. Luego las vendía a 5 euros e incluso las regalaba.

El proyecto de la UD Logroñés también lo juzgaron dos colegiados. Tres penaltis y dos expulsados en una eliminatoria a favor de un club no es muy habitual, pero es fútbol. Arbitraje perfecto para Huracán. A juicio de Hernández, «las presiones» hicieron que el asistente bajase el sábado el banderín. ¿Qué presiones?

Presiones, desautorizaciones y teatro, porque también acusaba al oscense Camacho de «dejarse caer sobre el césped». Hernández no recuerda cuando su equipo perdía tiempo en Las Gaunas desde el primer minuto o sus jugadores caían fulminados sobre el césped.

Quizá, lo que le molesta es perder como su equipo gana. Pero bueno, es fútbol y es un juego. Tampoco hay que morir en el intento, aunque afirme que van a a tener que «matarles» para que no suban a Segunda. Mejor ascender vivos y disfrutar de la novedad. Quizá lo logren en Huesca. Si es así, Hernández no tendrá reproche alguno. Seguro.

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