Borrar

Huracán Azcona

Un bar, con el mejor compañero de mesa para una riojano, y una conversación, mordaz, irreverente por momentos, satírica, que fue derivando hacia el fútbol y nuestro Logroñés

Eloy Madorrán

Lunes, 1 de junio 2015, 21:04

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

No sé si fue un sueño o una pesadilla. El caso es que el pasado domingo me desperté sudoroso y sobresaltado. Había "vivido" una experiencia desconcertante. Les pongo en situación. Me encontraba ante una mesa de bar, de las de siempre, de frío mármol en blanco y negro y estructura de hierro. Sobre ella, una botella de Rioja, reserva del 92, y dos copas vacías. Y entre un horizonte nebuloso, como una bruma londinense pero muy de bocata de calamares, apareció él. ¡Qué mejor compañero de mesa para un riojano que Rafael Azcona!

Hablamos y bebimos, bebimos y hablamos. Y la conversación, mordaz, irreverente por momentos, satírica, fue derivando hacia el fútbol y nuestro Logroñés y miles de anécdotas sobre ese deporte. Me armé de valor y se lo planteé: "Rafael, ¿por qué no escribimos un guión sobre un equipo de fútbol que se llame Logroñés?". Él levantó la mirada por encima de los cristales de las gafas, se sirvió con ceremonia otra copa, guardó un eterno silencio y después dijo: "Coge papel y bolígrafo Eloy".

Brindamos antes de empezar y nos metimos en harina. Mejor dicho, Rafael se puso a ello y yo a transcribir, ¡sólo faltaba! Y entre carcajadas, frases irreproducibles que decidimos omitir y situaciones que sólo Azcona es capaz de dibujar llegamos a Torrent. Era la vuelta de la primera eliminatoria del ascenso a 2ª división. La ida finalizó con empate a un gol.

El guión pintaba bien. Los riojanos ganaban 0-1 mediada la segunda parte. Pero claro, en un texto de Azcona nada es lo que parece. Me dice: "Vamos a lesionar al árbitro para que termine dirigiendo el partido un juez de línea y, mientras, por megafonía se va a solicitar la presencia de alguien que no le importe dejar de ser un aficionado para pasar a ser un hombre imparcial, en la banda, con el banderín".

Atendí extrañado y le dirigí una de esas miradas que solo Alfredo Landa en su última etapa era capaz de interpretar. Me armé de valor y se lo dije: "Rafael, esto es demasiado hasta para un guión tuyo". "Qué va -me contestó- no es nada para lo que viene ahora". "Camarero, otra de Rioja y una de calamares. Ya no hay un servicio como el de antes, te lo aseguro Eloy", apuntó.

Yo atribuí los siguientes párrafos a los efectos del Rioja, pero el caso es que Azcona se despachó con dos penaltis en contra, dos jugadores expulsados y una derrota blanquirroja en la prórroga. "Eres muy joven Eloy -me explicó- pero ya aprenderás que somos unos perdedores, muy 'salaos' pero perdedores. Es verdad que probablemente seamos los que mejor sabemos perder del mundo. Eso hay que decirlo en nuestro favor".

"Firma aquí", me dijo Azcona. Me pareció un gesto de enorme generosidad, al fin y al cabo el guión lo había parido él, pero a ver quién desaprovecha la ocasión de firmar un texto a medias con Azcona. Al leer la obra ya finalizada me asaltó una duda. "¿Por qué has dejado la última hoja en blanco?", le pregunté. "Hombre -sonrió entre socarrón, irónico y cómplice- no creerás que una historia como ésta va a terminar así".

Y volvimos a brindar.

PD: Perdón a los aficionados al balonmano, pero esta semana tocaba Huracán Azcona

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios