Borrar
Elia Viviani entra vencedor en Iseo y muestra con la mano que es su cuarto triunfo en este Giro. :: Afp
Viviani acelera antes de los Alpes
101º GIRO DE ITALIA

Viviani acelera antes de los Alpes

El italiano suma al esprint en la meta de Iseo su cuarta etapa y Yates se prepara para defender su liderato en los tres finales en alto

J. GÓMEZ PEÑA

Jueves, 24 de mayo 2018, 00:44

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Aunque a dos kilómetros del final de la etapa que va a ganar Elia Viviani el sol se refleja con ganas en el lago de Iseo, diluvia en la meta. Iseo es un charco. Cambio de tiempo. Cambio de siglo.

Como aún faltan tres minutos para que se peleen los del esprint, hay un rato para mirar atrás. En esta rica ciudad lombarda ganó en el Giro de 1974 el guipuzcoano Santiago Lazkano, que se hizo ciclista porque idolatraba a Fausto Coppi y que por él aprendió a amar el Giro. Era uno de los escaladores del equipo KAS, la pesadilla de Eddy Merckx. 'Tarangu' ejercía de líder de aquella tropa amarilla. Y fue líder de ese Giro hasta que le pudo su temperamento, su falta de medida. Merckx le ejecutó sin piedad en la etapa de San Remo. El KAS no se rindió. Dos días después, Fuente ganó en el Monte Generoso y 24 horas después Lazkano, en Iseo. Pero aquel Giro ya era del 'caníbal' belga, tan voraz que nunca soltaba una presa. Merckx, por cierto, quiso fichar a Lazkano para el Molteni, pero el guipuzcoano eligió irse al SuperSer con Luis Ocaña.

  • Giro de Italia

  • 17ª etapa Riva del Garda-Iseo188 km

  • 1. Elia Viviani (Quick-Step) 3h.19 57

  • 2 Sam Bennett (Bora) m.t.

  • 3 Niccolo Bonifazio (Bahrain) m.t.

  • 4 Danny van Poppel (LottoNL) m.t.

  • 5 Jens Debusschere (Lotto) m.t.

  • General

  • 11. S. Yates (Mitchelton) 69h.59 11

  • 2 Tom Dumoulin (Sunweb) a 56s

  • 3. D. Pozzovivo (Bahrain) a 3 11

  • 4. Chris Froome (Team Sky) a 3 50

  • 5. Thibaut Pinot (FDJ) a 4 19

Once años después de su triunfo en Iseo, Lazkano se mató en Aizarnazabal cuando iba sobre una moto BMW 1000. Tenía 38 años. El Giro, que tiene buena memoria, le recordó ayer: fue quinto en la general en la edición de 1973 y en la siguiente venció en la meta de Iseo. Tras este guiño al pasado, Viviani pisó primero el charco de la meta donde una vez reinó Lazkano y se llevó al esprint su cuarta etapa.

A partir de ahora todo lo dirán los Alpes. En la salida de Riva del Garda, en la orilla noroeste del lago, estaba David Lappartient, presidente de la UCI. Alabó a Froome, el «orgullo» con que el británico ganó en el Zoncolan, pero insistió en que el proceso abierto por presunto dopaje con salbutamol durante la última Vuelta a España tiene que tener sentencia antes del Tour. El caso es que Froome ya casi no cuenta en la pelea por este Giro. Es otro británico, Simon Yates, el que manda. Con 56 segundos sobre Dumoulin y más de tres minutos sobre Pozzovino y Froome, paladea ya su mejor triunfo.

Aunque le falta la prueba final: los Alpes. Tres etapas y tres finales en alto: Prato Nevoso, Bardonecchia y Cervinia. «Yates se ha mostrado muy fuerte hasta ahora. No será fácil batirle. Pero en el Giro pasan a veces cosas extrañas», trataba de animarse Dumoulin, que no está tan fresco como cuando ganó el pasado Giro. Nadie, salvo Yates, lo está.

A 45km/h por hora

Y no hay manera de recuperarse si como en la decimoséptima etapa, en teoría de calma, la velocidad media es de casi 45 km/h camino de Iseo. Para muchos, para los cazaetapas, era su última ocasión. Por eso en la fuga había dorsales como Luis León Sánchez, De Marchi, Hermans y Poels. Por las sinuosas carreteras del Lago de Garda, decorado de villas y palacetes rodeados de viñas, olivos y limoneros, la etapa parecía conectada a una red eléctrica. Alto voltaje. Los lentos atardeceres de Garda inspiraron a novelistas y atraen a adinerados turistas. El Giro, en cambio, pasó por allí como pisando brasas. Los velocistas tiraron como locos hacia la nube negra, ventruda, que apagaba el horizonte.

El Quick Step se alineó para sumar su triunfo número 35 del año. Cadena de montaje. Stybar y Sabatini lanzaron a Viviani, que se aprovechó de la falta de cálculo del joven Van Poppel, dejó que le abriera un agujero en el aire en contra y lo remachó bajo la pancarta para sumar su cuarta etapa. Le queda otra, la de Roma el domingo, para certificar su triunfo en la clasificación de la regularidad. Tiene 290 puntos por 232 de Bennett. Antes de ese sprint dominicial en Roma todo será montaña. Juicio final repartido en tres sesiones alpinas.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios