Coloma afronta su primer asalto a la Copa del Mundo

«El circuito está muy bien, perfecto, pero las previsiones anuncia lluvias. Si cae agua, será mucho más divertido», decía ayer Carlos Coloma desde tierras checas. El reto del riojano es considerable. En su calendario se marca el Mundial de Cairns y el maillot arcoíris, pero no quiere llegar a tierras australianas y aspira a subir al podio y ganar alguna carrera de las seis que acoge la Copa

Fácil no será. El dominio de Nino Schurter y Julen Absalon en esta citas es absoluto. El suizo, además, se proclamó campeón del mundo el pasado año en este mismo escenario. Entre él y el francés se repartieron las seis carrera del 2016 y, de hecho, lo han ganado todo en los últimos cuatro años, salvo el triunfo de Jaroslav Kulhavy en Lenzerheide en el 2015. El checo corre en casa y, por tanto, es otro de los favoritos a la victoria en este domingo.

«Las sensaciones están siendo buenas», indica Coloma, que el miércoles lideró la Praga Stairs durante once vueltas, hasta que pinchó. Una carrera de exhibición diferente porque se desarrolla en el centro de la ciudad, con espectaculares bajadas por escaleras, y subidas. Kulhavy fue el ganador.

Sin embargo, la cita de esta tarde es diferente. «Creo que estoy recuperado de La Rioja Bike Race», advierte el albeldense. Ahora bien, no saldrá tan adelante como le gustaría, sino desde la tercera fila, por lo que tendrá que andar listo para meterse entre los mejores antes de que se estreche el paso. Atrás quedan las citas más maratonianas. Schurter ganó la Absa Cape Epic en Sudáfrica, una de las mejores carreras del mundo; Coloma ha participado en Alicante, Andalucía y La Rioja. Hoy no necesita fondo, sino explosividad. Después de la cita de Río de Janeiro sabe que puede aguantar a Schurter y plantarle cara. Y no sólo lo sabe, sino que está convencido.