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Viernes, 7 de abril 2017, 00:37
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La escasez, prácticamente nulidad, de cuestas duras, hacen de esta Vuelta a La Rioja 2017 una prueba para rodadores. Son ciento cincuenta kilómetros que, aún así, van a tener algunos condicionantes para que no se realicen en compacto pelotón durante todo el recorrido. Muchos corredores tienen puesta en rojo esta fecha del 2 de abril, en una prueba en la que, a falta de grandes figuras, se pueden hacer con un hueco en su palmarés y mejorar el suyo propio. El riojano Álvaro Robredo marca la pauta de lo que pudiera ocurrir a lo largo del recorrido en cinco zonas del mismo.
Para él, lo más posible es que se llegue al esprint a la meta e Logroño, pero habrá diferentes vicisitudes a lo largo del camino que pueden cambiar las previsiones. Habrá movimiento durante la carrera, pero «pienso que el triunfo se dilucidará al esprint», asegura el riojano.
1. Salida explosiva
Las metas volantes de Villamediana y Lardero
El corredor ezcarayense indica que habrá una salida my rápida. El motivo está claro: «Salimos picando hacia arriba y las metas volantes de Villamediana y Lardero, nada más iniciarse la prueba, harán que haya explosividad en el inicio de la misma. Habrá que estar muy atentos para no perder comba, aunque el ir a tope nada más comenzar puede pasar factura a quien no haga bien las cosas. Hay que mantener la calma, pero no perder comba, y estar muy atentos a cualquier intento de fuga»
2. Lardero hasta Villaverde
La zona ideal para que se produzca la fuga del día
En el recorrido quebradizo que ha diseñado la organización, desde el paso por Lardero, la prueba va a pasar por una carretera con subidas y bajadas que puede ser esclarecedora: «Tras pasar la meta Volante, empezarán, seguro, los intentos de escapada. Uno u otro será el bueno y habrá que estar muy atentos para meternos en él. El pelotón responderá a los primeros, pero luego, el parón típico y la falta de respuesta hará que los fugados cojan cierta ventaja. Es una zona y un momento de la carrera ideales para buscarlo. Me gustaría poder entrar en la escapada buena, dejarme ver y luchar por estar delante».
3. Santo Domingo y Nájera
Un recorrido para ir muy rápidos y cómodos
Tras el Alto de Villaverde, el pelotón va a ir hacia Santo Domingo, pasando por San Millán, para después viajar hasta Nájera: «Es una zona que he realizado en los entrenamientos para conocerla bien y pienso que es de fácil respuesta por parte del pelotón. No creo que haya fugas en este espacio, porque se va a rodar rápido y cómodo en el seno del grupo. Las carreteras y el recorrido da para ello y no creo que haya mucho movimiento. Si ya se ha hecho la escapada, yo creo que se mantendrán las diferencias o incluso tal vez se puedan ampliar si los fugados lo dan todo en ese tramo cuesta abajo y con viento a favor».
4. Nájera y Fuenmayor
Tramo para empezar a reducir diferencias
Contando con esa escapada virtual sobre la que se puede pensar, tras el paso por Nájera será el momento de que el pelotón asuma la responsabilidad de evitar sorpresas: «El pelotón apretara, elevará el ritmo de marcha con el fin de evitar que en el tramo final, con repechos y bajadas, pueda haber alguien que aguante sus acometidas. El objetivo será que nadie se presente en solitario o en grupo reducido y, si no se ha hecho ya, es el momento en que habrá que hacer regresar a los posibles escapados al seno del paquete, con el fin de encarar la última fase de la carrera, cada uno pensando en sus hombres rápidos y en que se puedan ir preparando para la lucha final al esprint junto al Espolón de Logroño».
5. De Fuenmayor a Logroño
Zonas de sube y baja que aportarán nerviosismo
De Fuenmayor a Assa hay una zona de leves toboganes y lo mismo pasa en la zona final hasta llegar a Logroño por el puente del Soto Galo. Es un tramo en el que Robredo tiene claro que habrá que «agachar la cabeza para rodar a sesenta kilómetros por hora y preparar el esprint. Saltar del pelotón va a ser moneda común en ese tramo final, pero es muy difícil aguantar el ritmo y la diferencia del primer momento, porque los que preparan la llegada a los esprinters no lo permiten, poniendo un ritmo infernal en cabeza de pelotón. La llegada tendrá un colofón espectacular si se arriva con el pelotón compacto».
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