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Fernando Díaz

El triunfo del Cuenca agrava la crisis del Logroño

Los conqueses aprovecharon la debilidad defensiva de los logroñeses, muy penalizados por la baja de Garabaya

LA RIOJA

Logroño

Sábado, 30 de septiembre 2017

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El resultado no ha sido el deseado en Logroño. El Liberbank Ciudad Encantada logró este sábado el triunfo en la pista del Logroño-La Rioja, por 29-33, con lo que corroboró su buen inicio de temporada y, de paso, agravó la crisis del equipo local.

Los conquenses se llevaron el partido con total justicia, fueron casi siempre por delante y demostraron tener calidad en varias posiciones y aplomo en genera, informa la agencia EFE.

Sobre todo para aprovecharse de un rival hundido anímicamente, que se sentenció a sí mismo en el primer tiempo, cuando casi regaló el partido, y aunque luego mejoró y trató de remontar, tampoco estuvo muy cerca de hacerlo.

El Logroño-La Rioja busca desde el pasado verano su propia identidad; quiere parecerse al equipo que dominaba a casi todos los demás de Asobal; pero aunque mantiene en plantilla a varios de sus antiguos jugadores, esos que rendían a alto nivel, el conjunto no es el mismo y, por eso, las cosas no le salen.

Además, en solo un mes ha dejado claro que tiene una moral débil y en cuanto no le salen cosas se viene abajo. Ni su defensa ni la portería funcionaron y así es difícil ganar.

Enfrente tuvo todo lo contrario, un equipo motivado, con fe en sí mismo y líderes en el campo: su portero Leonel Carlos Maciel, el también argentino Pablo Veinstein y los brasileños Leonardo Dutra y Thiago Alves.

Logroño

(10+19): Kupra(p), Montoro (4), Kusan (2), Castro (2), Javier Muñoz (2,1p), Del Arco (1), Ángel Fernández (6), Gurutz Aguinagalde (p), Sánchez Migallón (1), Chiuffa (5,1p), Kukic, Paredes y Garciandia (6).

29

-

33

Cuenca

(17+16): Carlos Maciel (p), Vainstein (6), Ariel Doldan (6), David Mendoza, Thiago Alves (6), Sergio López (2), Perovic (1), Dutra Ferreira (5,1p), Canyigueral (3), Hugo López (2), Rafael López y Castro (2).

  • Parciales 2-3, 4-5, 5-8, 8-12, 9-13, 10-17 (descanso), 13-18, 17-19, 19-24, 24-27, 27-29 y 29-33 (final).

  • árbitros Martín Franco y Fernández Fernández. Excluyeron por dos minutos a los locales Sánchez Migallón y Juan Castro (2 veces), y a los visitantes Veinstein y Ariel Doldan.

  • incidencias Partido de la Liga Asobal disputado en el Palacio de los Deportes ante unos 1.200 aficionados.

Ellos fueron los primeros en comprender la debilidad defensiva de los logroñeses, muy penalizados por la baja de Garabaya, y asestaron el primer golpe al partido después del minuto 15, cuando las ventajas de su equipo empezaron a ser de cuatro goles o más.

El Logroño se veía cada vez más ofuscado por sus errores de ataque -algunos incomprensibles- y por su endeblez defensiva, que le llevó casi a entregar el partido al descanso, con siete goles para los manchegos (10-17).

La diferencia era casi un mundo, pero el Logroño trató de quemar sus últimas opciones desde el inicio del segundo tiempo y empezó a remontar.

De hecho, antes del minuto 10 se metió de nuevo en el partido, con 17-19 en el marcador.

Pero eso lo logró con un juego desbocado, con muchos riesgos y muchos minutos sin portero.

Así, el Ciudad Encantada logró tener un poco más de aplomo en los siguientes minutos y eso le bastó, porque, aunque los riojanos se pusieron de nuevo varias veces a dos goles de distancia, siguieron sin defender bien y sin que su portería ayudara.

Como consecuencia, los manchegos siguieron defendiendo esos dos goles de distancia y cuando los locales se desesperaron los ampliaron hasta los 4 del marcador final.

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