Borrar
Arrolladores ante el colista

Ver fotos

Juan Marín
Balonmano | Asobal

Arrolladores ante el colista

Cómodo triunfo de un Logroño muy sólido ante un colista demasiado débil

efe

Logroño

Sábado, 17 de febrero 2018

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El Logroño La Rioja ha sumado hoy un claro triunfo, por 35-18, ante el Frigoríficos Morrazo, colista de la Liga Asobal y el equipo más débil al que se han medido esta temporada.

Al menos ahora, cuando es el principal candidato al descenso, porque hace meses sumó uno de sus únicos dos triunfos ante los riojanos; algo difícil de explicar tras lo visto hoy.

Porque el equipo gallego no dio nunca la sensación de competir con los riojanos, acumuló pronto una clara desventaja y tampoco demostró personalidad para que el "agujero" no fuera tan grande.

De hecho, solo la falta de tensión en el equipo riojano impidió una goleada más escandalosa, todavía, que los 17 tantos de diferencia que reflejó el marcador al final del encuentro.

El partido quedó definido muy pronto, cuando en apenas diez minutos el Logroño se colocó con cuatro goles de ventaja (5-1) ante un rival que fallaba continuamente y que daba ninguna sensación de contundencia en defensa.

Logroño La Rioja

Krupa (p)(1), Javier Muñoz (3,1p), Garabaya (1), Kukic (3), Del Arco (2), Ángel Fernández (11), Garciandía (1), Aguinagalde (p), Montoro (3), Kusan (4), Castro (1), Chiuffa (3), Paredes y Cadarso (2)

35

-

18

Frigoríficos Morrazo

Diego Moyano (p)(1), Vujovic, Jesús Soliño (2), Cerqueira (3), Chapela (2), Muratovic, Potic (1), Salazar (p), David Soliño, Cancio, Gavidia (1), Iglesias (3), Menduiña (3p), Ángel Rodríguez y Castro (2)

  • parciales 2-0, 5-1, 7-4, 10-6, 12-8, 16-10 (descanso), 19-11, 21-14, 25-15, 27-16, 31-17 y 35-18 (final)

  • árbitros Peñaranda y Yagüe. Expulsaron por tarjeta roja directa al visitante Máximo Cancio, en el minuto 20. Excluyeron por dos minutos a los locales Kusan, Garabaya y Paredes

  • incidencias Alrededor de 1.500 espectadores en el Palacio de los Deportes de La Rioja

El conjunto gallego ponía voluntad, eso sí, pero se encontraba demasiadas veces con el portero checo Kupra, más inspirado que nunca (llegó a tener en fases del partido un 50 por ciento de acierto), en parte por la debilidad con la que los de Cangas lanzaban.

Y cuando pensó en ser más duro en defensa se confundió y perdió a Máximo Cancio, expulsado por una agresión a Juan del Arco cuando éste hacía una penetración.

A pesar de todo eso, el Logroño tampoco quiso hacer sangre en el primer tiempo y se dedicó a mantener una distancia cómoda en el marcador, de cuatro goles casi siempre.

De hecho, dedicó muchos minutos ha hacer pruebas en defensa y a exhibir un contraataque demoledor gracias a Javier Muñoz y Ángel Fernández, que volvía hoy tras lesionarse en el Campeonato de Europa con España.

Pero ya en la recta final del primer tiempo el equipo de Cangas se hundió más y llegó al descanso con seis goles de desventaja (16-10) y totalmente hundido moralmente.

Tampoco levantó cabeza y poco a poco acumuló más diferencia en el marcador ante un Logroño que no necesitó brillar, solo aprovechar las facilidades que le daban.

Krupa se mantuvo eficaz en la portería -algo más fácil cuando te lanzan sin fe- y sus compañeros se limitaron a anotar una y otra vez al contragolpe, para alcanzar el final práctica con el doble de goles que su rival.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios