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Víctor Vigo arma el brazo después de romper la defensa del Cangas. :: javier qintana
A semifinales con sufrimiento
NATURHOUSE BM - CANGAS COPA DEL REY

A semifinales con sufrimiento

El Naturhouse vence con mucha dificultad al Cangas y se jugará el pase a la final contra Anaitasuna

MARTÍN SCHMITT DESDE LEÓN 8 blogs.larioja.com/balonblog * Twitter: @martinrioja

Viernes, 16 de junio 2017, 21:44

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El CB Ciudad de Logroño es semifinalista de la Copa del Rey. Se medirá al Helvetia Anaitasuna (20.00 horas) después de vencer con muchos apuros, muchos más de los esperados, a un Balonmano Cangas que comandó el electrónico hasta buena parte de la segunda parte. Porque pese a salvarse del descenso en la última jornada de la Liga Asobal, los gallegos acabaron la temporada en un gran nivel. Una calidad que pusieron ayer los pupilos de Pillo García sobre la pista del Palacio de los Deportes de León y que atenazó a un Naturhouse sin respuestas en defensa.

  • Lo mejor

  • Que el Naturhouse ganó y es semifinalista. Después de un encuentro irregular, muy flojo en defensa, supo encontrarle la vuelta a un equipo molesto.

  • Lo peor

  • Los desajustes defensivos condenaron al Naturhouse a sufrir todo el encuentro. Solo al final del partido supo sacarse de encima a su pegajoso rival.

Porque fue precisamente en la retaguardia donde más sufrió el equipo de Jota González. Y para colmo, Iñaki Peciña se cargó con dos exclusiones a los diez minutos del encuentro, lo que le condicionó para el resto del partido. David García, Nikola Potic y Cerqueira fueron un dolor de cabeza en esa primera mitad. Una primera que fue para el olvido.

Los movedizos gallegos fueron siempre por delante en el marcador de la mano del central David García. Solo las intervenciones de Gurutz Aginagalde (con ocho paradas en esa primera parte) y el acierto de la conexión entre Víctor Vigo, uno de los mejores del bloque franjivino, y su fiel escudero Javi García mantuvieron al Ciudad de Logroño en el partido.

Los riojanos ofrecieron la misma imagen pobre de las últimas jornadas de Liga, en la que la defensa es un coladero y no es capaz de hacerse con un balón. Porque el único robo que protagonizó la retaguardia franjivina en esos minutos acabó en manos de los jugadores del Cangas al ejecutar mal el contragolpe.

Los logroñeses tenían por delante treinta minutos para torcer la historia y cambiar esa imagen de equipo indolente. Y les costó un potosí. Pocas cosas cambiaron tras el descanso, que acabó con victoria parcial para los gallegos (17-18).

Pese a que Gurutz Aginagalde manejó buenos números, Jota González decidió colocar a Richard Kappelin en portería para cambiar la dinámica. Pero no era una cuestión de portería. La grieta del Ciudad de Logroño se abría en el eje defensivo, que parecía jugar demasiado presionado, sin soltura, con escaso movimiento para dar caza a los escurridizos gallegos, que siguieron percutiendo una y otra vez contra la retaguardia franjivina hasta encontrarlos huecos suficientes para marcar.

Tampoco en ataque

El problema de los riojanos era que en ataque tampoco carburaba bien. Haniel Langaro, que terminó marcando cinco goles, estuvo muy poco eficaz de cara a portería, muy lejos de su nivel. El brasileño jugó ayer por rachas, cada dos fallos, dos goles. Y así se le hizo muy difícil marcar diferencias al Naturhouse. Un conjunto riojano que tuvo a Víctor Vigo como su mejor efectivo. Y cuando el de Camariñas está encendido, el equipo gana. Porque cuando Javi García se veía bloqueado por sus defensores, el central gallego que jugará la próxima temporada en Guadalajara buscaba otra alternativa. Y casi siempre acababa en gol.

Sin embargo, el CB Ciudad de Logroño no acababa de despegarse de ese adversario tan molesto, que no acusaba el cansancio y que seguía peleando por el partido, por esa semifinal que hubiese sido histórica. Hasta que la defensa logroñesa se soltó a falta de ocho minutos, rompió las cadenas que le tenían sujeto al suelo, se quitó el mal fario y empezó a robar balones y matar el partido a contraataques.

Los minutos finales mostraron a un equipo totalmente distinto. Un bloque unido, imprimiendo velocidad en cada jugada, con alegría y mucho coraje. Ese equipo con aires de desidia quedaba como un recuerdo. El Natuhouse sabe a la perfección que si pretende llegar más lejos en esta Copa del Rey debe mostrar la imagen de esos ocho minutos finales. De otra manera, el Ciudad de Logroño se marchará del Palacio de los Deportes de León esta noche sin pena ni gloria, dejando detrás de sí una pobre temporada.

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