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Los jugadores del Naturhouse posan sonrientes después del entrenamiento realizado anoche en el Tatran Handball Arena
Una piedra (muy lejana) en el camino

Una piedra (muy lejana) en el camino

El Naturhouse cierra la fase de grupos de la Champions en Presov, en un partido que llega a destiempo

eloy madorrán

Sábado, 11 de febrero 2017, 01:09

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El Naturhouse La Rioja afronta esta tarde (16.00 en directo por la web de RTVE y a las 00.30 horas en diferido, Teledeporte) un partido que llega a contrapelo. El equipo riojano todavía está terminando de lamerse las heridas que le dejó la derrota ante el Ademar León y ayer afrontó un viaje Bilbao-Múnich-Cracovia más tres horas largas de autobús para llegar a Presov. Para bien o para mal, el calendario no da respiro, ni para alegrarse ni para lamentarse. Pero es cierto que la derrota ante León ha sido un duro revés por lo que significa (perder la segunda plaza de la liga e ir remolque del Ademar) y por sus secuelas (ni Ángel Fernández ni Rubén Garabaya viajaron ayer con el equipo).

Dos bajas importantes para el equipo que entrena Jota González. Por un lado pierde al jugador que más en forma estaba, Ángel Fernández. Después de su paso por el Mundial de Francia, el extremo cántabro estaba jugando a gran nivel, percutiendo la portería rival con mucha eficacia. La última jugada del partido ante Ademar, en la que se lesionó en un arranque de amor propio, dejará al extremo un mes en el dique seco. La peor de la noticias para un equipo que no anda muy sobrado de unidades. En especial en el extremo izquierdo. Miguel Sánchez-Migallón tiene todas las papeletas para reemplazar a Ángel Fernández.

Por su parte, la baja de Rubén Garabaya es un torpedo en la línea de flotación franjivino. Es el líder de la defensa y cuando el asturiano no está, no es lo mismo. El pasado miércoles se pudo comprobar en el decisivo duelo contra Ademar. La defensa fue indolente, contemplativa, y no se tocó a ningún lanzador en nueve metros. Hoy es una de las asignaturas a corregir en el partido ante el Tatran Presov.

A estas dos ausencias hay que añadir la baja de Lazar Kukic que ha tenido que regresar a Serbia para solucionar unos trámites burocráticos que le impedirán estar mañana en la cancha del Presov.

Con este panorama, se avecina un partido exigente para Vigo en el centro. Y es que ni Kukic (ausente), ni Miguel Sánchez-Migallón (en el puesto de Ángel Fernández) podrán darle descanso.

«Está claro que no nos viene bien. Lo importante es que si hubiéramos ganado al Ademar lo ves todo distintos. Hemos perdido y lo vemos desde el polo opuesto, pero es lo que hay y ya está». Así definía Jota González, técnico del Naturhouse La Rioja, la disposición de la expedición franjivino.

Siete zurdos y siete diestros

El hecho de que se hayan quedado fuera de la cita (por diferentes motivos), Ángel, Garabaya y Kukic, tres diestros, supone una descompensación en la plantilla. «Es una situación rara porque tenemos muchos zurdos y nos faltan diestros», apunta Jota. De hecho, de los catorce jugadores que han viajado a Eslovaquia, siete son diestros (Gurutz, Miguel, Molina, Langaro, Peciña, Javi García y Vigo) y siete zurdos (Kappelin, Imanol, Luisfe, Ángel Montoro, Rocas, Sanad y Javi Muñoz). Algo atípico en un equipo de balonmano.

El Tatran Presov ocupa antes de la última jornada la penúltima clasificación del grupo con siete puntos. Por su parte, el Naturhouse es segundo de grupo y ya está clasificado para la siguiente ronda.

El rival de los riojanos es un equipo que presume de su potencial físico y su contundencia defensiva, incrementada un punto más cuando juega en casa. «Sobre todo es un equipo muy físico. Es el equipo más grande del grupo, eso para empezar. Tienes centrales muy grandes, como Urban que mide dos metros. Y sobre todo tienen un lanzamiento exterior terrorífico como Peskov o como Rabek y gente muy fuerte en el uno contra un».

Una de las principales características del Tatran Presov es la variedad defensiva que maneja. Los eslovacos son capaces de alternar un 6-0 de gran derroche físico, con defensas más abiertas como el 5-1 incluso el 4-2. Es una manera de intentar despistar el ataque del equipo rival.

En los partidos que han enfrentado al conjunto riojano con el equipo eslovaco, el contragolpe ha sido la mejor arma del Naturhouse, como reconoce el responsable de la plantilla franjivino: «Nosotros les hemos hecho mucho daño al contragolpe, con la velocidad. Sobre todo en este partido va a ser clave para nosotros defender el lanzamiento exterior».

Preguntado por los anteriores enfrentamientos entre ambos equipos, Jota no le da importancia: «Ganamos los tres. Además en el último nos la jugábamos y vencimos. Pero es que las circunstancias de ahora son diferentes, no te juegas nada». Así, esta tarde un Naturhouse de circunstancias cierra la fase de grupos a la espera de conocer rival para la siguiente ronda.

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