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Victoria final en un partido flojo

Victoria final en un partido flojo

El Naturhouse perdió intensidad defensiva y el equipo castellano explotó su movilidad en ataque para disparar a la portería riojana con soltura y bastante acierto

EFE

Miércoles, 30 de noviembre 2016, 22:54

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El Naturhouse La Rioja ha demostrado ete jueves que continúa en un "bache" de juego, pero ha logrado arreglar su encuentro ante el Villa de Aranda en los últimos instantes y ha sumado un triunfo mínimo, 29-28.

Tras sus derrotas europeas, el equipo riojano necesitaba una dosis de autoestima para afrontar sus próximos compromisos, que son cruciales para sus objetivos.

Pero en vez de eso acabó el partido con muchas dudas sobre su rendimiento, algo que le llevó a estar casi a merced de un rival más centrado, mucho más fresco físicamente, y, sobre todo, con más fe en sí mismo.

El primer tiempo fue desastroso por parte de los riojanos, que se fueron del partido en defensa poco después de empezar, posiblemente porque creyeron que iba a ser fácil cuando vieron el 4-0 en el marcador a los cuatro minutos de juego.

Pero ese tiempo fue el único fácil para ellos, en realidad, y el único en el que el Villa de Aranda no jugó bien sus cartas.

Porque en cuanto el Naturhouse perdió intensidad defensiva, el equipo castellano explotó su movilidad en ataque para disparar a la portería riojana una y otra vez con soltura y bastante acierto, sobre todo de Nantes y Torres, que anotaron nueve goles antes del descanso.

Al equipo riojano, por el contrario, le salieron muy pocas cosas una vez que perdió el mando del encuentro.

Su defensa no era sólida y siempre atacaba con dudas; además, uno de los jugadores que podían darle aire en ataque, Rocas, se lesionó antes del intermedio.

Todo eso llevó a que el marcador pasara en diez minutos del 4-0 al 9-10, que daba la iniciativa a los visitantes, quienes continuaron con ella muchos minutos.

El Villa de Aranda llegó a tener una máxima renta de cuatro goles (10-14), pero los mejores minutos de ataque de Motoro y Vigo, junto a las paradas de Kappelin, depararon que el descanso llegara con una mínima desventaja local (15-16).

Los riojanos dieron la sensación de enderezar el choque en el inicio del segundo tiempo (18-16) y fueron capaces de aguantar con esa ventaja varios minutos (27-23 en el 21).

Pero el Villa de Aranda les dio una lección de fe y en vez de hundirse, como les ha pasado a otros equipos en Logroño, recuperó su ritmo de ataque y volvió a meterse en el partido y a poner nervioso al Naturhouse.

Tanto que logró igualar el marcador a 28 goles, con un tanto de Nantes, a solo dos minutos del final.

Así, llegó un final incierto con muchos más nervios de los dos equipos que juego.

De hecho, en ese tiempo solo se marcó un gol, del riojano Javier Muñoz y de penalti, y mientras que el Naturhouse falló un contraataque claro, el Villa de Aranda malgastó el último balón del partido con el que no pudo empatar para llevarse un punto que mereció.

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