Males que quedan al desnudo

Álex Costoya, Jorge Da Silva, que ayer volvieron a hacer daño -pero a la defensa azulgrana- y Ángel Pérez de Inestrosa fueron los encargados de dejar al descubierto la fragilidad de la retaguardia del cuadro riojano, que sufrió de igual manera que hace una semana en León contra el Ademar. Nunca logró el 6-0 franjivino salir al lanzador o contener los uno contra uno de los veloces primeras líneas navarros, que acabaron desquiciando a los logroñeses, que sólo pudieron salir en réplicas en contadas ocasiones.

Eso en defensa. En ataque falló la conducción así como el lanzamiento. Tanto Pablo Cacheda, que no pudo acabar el partido por una nueva lesión de rodilla, como Víctor Vigo, no fueron capaces de encontrar el modo de hacer daño al Helvetia; Carlos Molina y Luisfe Jiménez tampoco tuvieron un buen día, sufriendo pérdidas de balón y fallos en los tiros, donde se toparon con un Gregor Lorger espectacular, que jugó un partidazo y cerró su portería con una veintena de paradas. Preocupa especialmente el presente del primera línea zurdo, que juega con mucho pundonor, pero cuyo nivel está lejos del que tiene acostumbrado a la parroquia franjivina. Los recambios tampoco funcionaron, aunque de la quema se puede salvar Haniel Langaro, que fue el jugador que más descaro tuvo, así como los extremos, que pese a fallar algunos lanzamientos mantuvieron eficacia.

El día después de la dolorosa derrota, Jota González reconoció que estaba «muy mal». «No supimos estar en partido contra el Anaitasuna. Tenemos que hacer las cosas bastante mejor. Al final, ellos van muy intensos en los uno contra uno y nosotros no vamos al mismo nivel», apuntó el míster. «Puedo entender que nos superen en las situaciones defensivas, pero nosotros también debemos intentar ir a esa misma velocidad», añadió el preparador técnico.

Para el vallisoletano, no se trata de un tema de cansancio sino de actitud. «Hay que salir con la misma intensidad con la que sale el Anaitasuna en cada acción. Y cuando nos queremos dar cuenta vamos a remolque, con la soga al cuello. A partir de ahí cometemos un montón de imprecisiones, fallos y pérdidas de balón», indicó Jota González. «Creo que nos falta un punto de raza», agregó.

A partir de esta mañana, el CB Ciudad de Logroño debe centrar sus fuerzas en el siguiente compromiso liguero, en el Palacio de los Deportes, el sábado que viene ante el Villa de Aranda, uno de los equipos que peor se le da a los franjivino. Los riojanos mantienen la segunda plaza a tres puntos del Ademar, que ha jugado un partido más. «Ahora mismo hay que centrarse en la Liga y no nos podemos descuidar. Con el Villa de Aranda tuvimos una Copa del Rey muy igualada y perdimos en su casa. Lógicamente no se nos da bien su ataque; tampoco su defensa. Debemos hacer un gran partido para sacar esto adelante», opinó el entrenador.

En este sentido, Jota González hizo hincapié en la importancia de la afición el próximo sábado, al igual que en Pamplona. «El sábado fuimos nosotros los que no respondimos al apoyo y empuje que nos dio la afición. Hay otras ocasiones en las que el equipo hace cosas buenas y la gente no responde, en este caso pasó lo contrario», comentó. «El público estuvo de diez, siempre animándonos y nosotros no fuimos capaces de responder a ese apoyo».