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Albert Rocas, ayer, en el entrenamiento del Naturhouse. :: J. Rodríguez
«Lo más doloroso de la lesión es no haber podido ayudar al equipo»

«Lo más doloroso de la lesión es no haber podido ayudar al equipo»

El catalán ya ve la luz al final del túnel y quiere devolver a la afición el cariño recibido durante su prolongada ausencia

MARTÍN SCHMITT

Jueves, 4 de febrero 2016, 00:05

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Albert Rocas, después de vivir en carne propia una lesión importante, encara las últimas semanas de recuperación.

Para alguien que no había sufrido una lesión en su carrera, ¿cómo ha llevado estos casi tres meses de inactividad?

Es un reto personal porque realmente si pasas malas rachas en la pista siempre tienes la opción de volver a jugar. Pero cuando estás lesionado, ves que tus compañeros se entrenan y tú estás arrinconado, fuera del grupo. Eso te deja tocado, emocionalmente jodido. No puedes ejercer tu profesión y el trabajo de recuperación es aburrido, monótono y lento. Desespera y es difícil de sobrellevar.

Si a eso se suma un Europeo al que no puede acudir, la losa es más pesada aún, ¿no?

Sí, pero la decepción no ha sido solo el Europeo. Evidentemente, con la edad que tengo, el Europeo y los Juegos eran mi objetivo este año. No me planteaba mucho después de eso. Pero sobre todo, lo que más me ha dolido es no poder participar en el momento más importante de la temporada con el equipo. De hecho, la idea de operarme la primera vez era para poder estar en plenas condiciones para la fase importante de la temporada, con los partidos de Champions, la Copa Asobal, con los encuentros importantes, los de arriba, de la Liga. Eso me ha dolido.

¿Y la selección?

La selección es un premio al trabajo que haces en el club. El club es donde pasas tu día a día, es con el que vives más experiencias, con el que estás desarrollando tu actividad profesional. Sufres por no poder ayudar a los compañeros. Y más aquí donde somos un grupo con el que es bonito trabajar, sobre todo cuando eres veterano: poder estar con los jóvenes, ayudarles, brindarles tranquilidad.

¿Cómo ha visto al equipo desde fuera?

Muy bien. Dentro de lo malo, cuando el equipo funciona todo el mundo está ilusionado y el público está con nosotros, valorando que el equipo, con muchas bajas, está peleando y luchando, para mí ha sido una alegría.

Parece haber una luz al final del túnel. Ya está corriendo y participa con el resto del equipo.

Los plazos son difíciles de decir cuando te han operado por segunda vez. Porque la baja inicial era de 20 días. Pero ahora mismo no hay plazos marcados porque depende mucho de la evolución del tobillo. Las sensaciones son buenas, pero todavía no he hecho trabajo de pista y no sé cómo va a responder.

¿Y cómo ha visto a la selección desde fuera?

Bien, de menos a más. No ha tenido la claridad de otros campeonatos o no ha encontrado ese juego tan regular, pero al final si estás tantas veces entre los mejores, evidentemente significa que haces el trabajo bien. En líneas generales, era lo que se esperaba y ha cumplido. Quizá con menos brillantez que otras veces, pero con mucho oficio y mucho corazón.

Llega ahora lo mejor de la Liga. ¿Cuáles deben ser los objetivos del Naturhouse?

Nos gustaría pasar la eliminatoria ante el Zaporozhye y evidentemente en la Liga estamos en una posición privilegiada que queremos mantener. Si estamos en nuestro nivel, no deberíamos tener problemas para mantenernos segundos.

Y en un plano más personal, ¿los Juegos de Río de Janeiro?

Está claro que sería un broche de oro para mi carrera en la selección. Serían mis terceros Juegos. Sé que me queda poco recorrido.

Acaba de cumplir año y medio en Logroño. ¿Qué valoración hace?

Mejor de lo esperado, quitando la lesión, que es lo que más me ha lastrado porque la gente te anima mucho y no puedes corresponderles. La afición me ha tratado muy bien, me quiere y anima. Lo único que quiero es devolverle ese cariño, recuperarme y entregarme en este año y medio que queda.

Año y medio, como mínimo, ¿no? Parece estar muy bien aquí en Logroño.

Muy bien. Mi familia se ha adaptado genial, no se quieren marchar de aquí. Hemos encontrado nuestro sitio en el mundo: una ciudad ideal para tener familia, un club estable y una gente muy abierta.

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