¿Para nada?

Lo del partido del sábado fue apoteósico. El Palacio de los Deportes se acercó al lleno para recibir al equipo más poderoso del mundo del balonmano. El desenlace ya lo conocen: victoria del Naturhouse en una jornada que siempre estará señalada de manera especial en la biografía del Club Balonmano Ciudad de Logroño.

Estaba yo cerca de firmar el fin de semana ideal hasta que me encontré con una persona que se lamentó del esfuerzo que había realizado el equipo franjivino en un partido que no servía para nada. ¡¡¿¿Para nada??!! Mis ojos se abrieron como platos y mi indignación pasó de cero a cien en cinco segundos.

Cómo explicarle ...

- que todo equipo está obligado a salir a ganar sea quien sea su rival.

- la inyección de moral que supone para la plantilla franjivina imponerse a un equipo plagado de superestrellas con supersueldos.

- la proyección mediática que supone una victoria contra el PSG en un partido que se pudo ver en todo el mundo.

- el mensaje que se envía al próximo rival en octavos de final: la eliminatoria no está ganada sin bajarse del autobús.

- el orgullo que supone para el club que dos de sus jugadores, Gurutz y Eilert, sean elegidos en el equipo ideal de la jornada de Champions.

- la afición que se fideliza con un partido así. Muchos de los que el sábado se acercaron por primera vez al Palacio seguro que repiten el próximo día.

- el respeto que gana el Naturhouse entre competidores, árbitros y organismo oficiales. No es un equipo flor de un día ni un equipo de provincias que se conforma con estar ahí.

- la promoción de ciudad que supone estar en el sorteo junto a los otros quince mejores equipos de toda Europa (un sorteo que en otros países se sigue con la misma intensidad que el de la Champions de fútbol en nuestro país).

¿Una victoria que no sirve para nada? Esta falta de visión de global es la que no sirve para nada. Y menos en un proyecto que ha venido para quedarse, con vocación de futuro y que necesita una base social comprometida.

¿Para nada?

PD: Muchas gracias a Luis Miguel López, Edu Agulló y Jota González, y a toda la gente que se acercó a escucharles hablar de balonmano. Fue un fin de semana inolvidable