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Compromiso

Me resisto a pensar que el dinero puede comprar todo

Eloy Madorrán

Lunes, 19 de enero 2015, 13:00

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Ronda mi cabeza durante los últimos días un run run a raíz del Mundial de Balonmano que acaba de empezar. En concreto, sobre la selección de Catar, conformada a golpe de talonario desde el primer entrenador hasta el último jugador (solo hay dos integrantes de la plantilla nacidos en Catar).

No es mi intención malgastar las presentes líneas sobre este particular. Hay opiniones para todos los gustos, pero el límite lo marca la reglamentación. Y en este caso, permite que se produzcan situaciones como la de Catar. Así que

Les decía que ronda mi cabeza un run run cada vez que veo, por ejemplo, a Rafa Capote llevarse la mano al pecho (¿o la cartera?) cuando suena el himno de Catar. La segunda acepción que la RAE utiliza para definir el término "compromiso" es contundente a la par que sencilla: "Palabra dada". Uno, que tiene un punto romántico y si quieren algo trasnochado, siente punzadas en el alma cuando contempla el baile de nacionalizaciones a la carta que todos los países utilizan para obtener réditos deportivos. El que esté libre de pecado

Me resito a creer que los petrodólares puedan comprar todo. Me resisto a creer que alguien de Cuenca puede animar a Catar con la misma entrega que lo haría con su país solo porque le han pagado el viaje y la estancia en Doha. Me resisto, qué quieren que les diga.

Sí, ya sé. Ahora estarán diciendo: "¿Qué haría este listo si le ofrecieran ese "pastizal" por jugar en Catar?". Les seré honesto. No lo sé. Hasta que no me viera en ese dilema no sabría cómo reaccionar. Pero quiero creer que sería fiel a mi país antes que a mi cuenta corriente. Y no tanto por trasnochados conceptos de patria-bandera-nación tan políticamente utilizados, sino por el compromiso. Ese intangente que te permite algo tan complicado como es el caminar por la vida con la conciencia tranquila. Algo que cuando entras en el polideportivo de Escolapios te permite decir: "Yo empecé aquí y aquí terminé, sin cambiar de camiseta. Veinte años de Calasancio, veinte años en amarillo". ¿Qué petrodólares pueden comprar eso?

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