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I Trofeo CajaRioja en 1984. Refuerzan al equipo dos jugadores cedidos por el Real Madrid. CBC
El Clavijo cumple 50 años con la intención de seguir como referente del baloncesto regional

Medio siglo pasando por el aro

El Clavijo cumple 50 años con la intención de seguir como referente del baloncesto regional

Luismi Cámara

Logroño

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Domingo, 1 de abril 2018, 19:33

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Algunos siguen disfrutando con sus pachangas en el antiguo Maristas, hoy adornado con los colores y el escudo del Clavijo. Si no hay nada extraño, quedan los martes, ya de noche. Con sus cincuenta y... y sus sesenta y...

El juego ha cambiado poco. Consiste en meter la bola en la cesta y que el rival pase por el aro. Como se ha hecho toda la vida. En ataque, si no la tiras tú ya la meto yo. Si la pasas una vez, no esperes que te vuelva la pelota. Y en defensa, cerraditos en la zona por mucho que se defienda en individual, sin grandes desplazamientos pero duros en el choque, con alguna que otra perrería y más de un sartenazo. Y los chavales (hijos, sobrinos, amigos, pupilos...) que se pasan por la histórica pista, pronto se dan cuenta de que allí poco importa la juventud, que, como se descuiden, acaban pasando también por el aro. Otros más. Eso sí, ahora a una canasta. Para qué cansarse yendo de uno a otro lado... Eso es tiempo perdido y esfuerzos inútiles.

José Manuel, los Ramos, Luis... algunos de aquellos que han dado lustre al baloncesto riojano. Y Juan Bernabé, antes jugador y hoy presidente de un Clavijo que esta temporada celebra medio siglo de vida. Una trayectoria con muchos nombres, de subidas, bajadas, letargos, efervescencias. Eso sí, siempre con la idea de ser la referencia del basket regional. 50 años dan para mucho.

Acostumbrados a ver (y las últimas campañas a sufrir) al equipo en la LEB Oro, la segunda categoría nacional, cuesta situarse en aquellos lejanos finales de los 60, cuando comenzó a andar un proyecto que en sus primeros pasos pasó por las competiciones regionales e interregionales.

Manolo, los Ramos, Juan, Chema, Chile...
Manolo, los Ramos, Juan, Chema, Chile... CBC

Fue ya en los 70 cuando se logró el primer gran hito del club, con el ascenso a Segunda División (equivalente a la actual LEB Plata). Y, ya en plena madurez de la entidad, se llegó a tocar con los dedos el ascenso a Primera B, la entonces prestigiosa antesala a la actual ACB. Pero mientras el club vivía repleto de ilusiones, los bolsillos no se encontraban precisamente llenos.

De esa época se recuerda la gran temporada 1986/87 que protagonizó Mikel Cuadra, aquel encestador impenitente -muy alejado de la estética de los jugadores actuales- que se proclamó máximo anotador de todas la categorías del baloncesto español con el equipo logroñés con una soberbia media de 33.4 puntos por partido.

Los 90 fueron años de estar a la sombra de otros equipos emergentes, como el Iregua y el Cantabria, habituales de Segunda en aquellos tiempos.

Pero el Clavijo no había muerto y, gracias al empeño de los que lo habían sacado adelante una vez, el equipo volvió a resurgir.

Clavijo temporada 71-72.
Clavijo temporada 71-72. CBC

Manolo de Miguel (entrenador, presidente y cabeza visible) se convirtió en la referencia en este renacimiento. Rápidamente se consiguió una plaza en la Liga EBA (2001/02) y el polideportivo de Lobete volvió a llenarse. La presencia de Salva Díez ayudó. Mucho. El base vivió sus últimas campañas como profesional (aún se le puede disfrutar dando lecciones con sus amigos en el Torneo Municipal) ante su gente, rodeado de un núcleo de jugadores riojanos y algunos refuerzos extranjeros de pedigrí (otros, no tanto).

La LEB Plata no tardó en llegar. Se aprovechó una plaza vacante en 2003. Fueron ocho buenos años en los que se logró la Copa, con Jesús Sala en los banquillos. El madrileño lideró los mejores tiempos recientes del club durante su década en Logroño, con el ascenso y el asentamiento en Oro incluidos.

Y en esas está ahora mismo el Clavijo. Con las apreturas económicas de un club de un deporte en tiempos de vacas flacas e inmerso en el propósito de salvar la categoría para mantener vivo el sueño de aquellos que lo empezaron hace ya 50 años.

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