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Sergio Llull fue el único jugador del Real Madrid que estuvo a la altura. :: efe
Mucho rival para la 'Llulldependencia'

Mucho rival para la 'Llulldependencia'

El Real Madrid, desconocido, es derribado por un Fenerbahçe muy superior como equipo

AMADOR GÓMEZ

Sábado, 20 de mayo 2017, 01:41

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Madrid. Fue demasiado Fenerbahçe para el Real Madrid, víctima de la 'Llulldependencia', aparte de que el equipo blanco llegó tarde a la semifinal y cuando quiso reaccionar ya no tuvo opciones ante el gran favorito, que mañana intentará conquistar en su casa la primera Copa de Europa de su historia en un duelo que se presume muy caliente contra el Olympiacos griego. La 'décima' del Real Madrid tendrá que esperar después de haber sido el mejor equipo de la temporada regular de la Euroliga, porque el conjunto blanco, desconocido, fue derribado por un rival muy superior que no necesitó ayuda arbitral en Estambul para alcanzar la final de la máxima competición por segundo año consecutivo. De nuevo con Zeljko Obradovic en el banquillo después de que el técnico serbio acumule él solo ocho grandes títulos continentales y, a la tercera oportunidad en una Final Four con el Fenerbahçe, aspire a la gloria europea con un quinto equipo diferente.

Aunque el Madrid intentó sobreponerse a la tremenda presión de la grada no consiguió plantar cara al equipo turco. Jugó siempre a arreones, sin continuidad y la mayoría de sus jugadores tuvieron una pésima actuación en cita tan decisiva, al contrario de los guerreros del Fenerbahçe convencidos por Obradovic y lanzados a por el título. Llull, pese al gran estado de forma que atraviesa el base balear, no fue suficiente.

Nervioso desde el inicio, el Real Madrid confió en exceso en Llull, pero el determinante jugador menorquín no encontró compañía. Sólo la del tiro exterior de Jaycee Carroll, porque en el interior Ekpe Udoh estuvo imperial ante los pívots madridistas y el equipo de Pablo Laso cometió excesivos errores, traducidos en numerosas pérdidas de balón (16).

Con su poderosa plantilla, Obradovic sólo necesitó recurrir a ocho jugadores, liderados por un Udoh descomunal (18 puntos, 12 rebotes y ocho asistencias), aunque también resultó fundamental para el triunfo de los locales Nikola Vesely. Ambos ridiculizaron a Gustavo Ayón, con puntos y pases de anotación, mientras que el Madrid cerró el encuentro con sólo 14 asistencia en el cómputo general. Una rémora más que se sumó también a su gris lanzamiento, con el 42% en tiros de dos y de tres (11 de 26 triples). Los turcos sólo precisaron siete lanzamientos acertados desde la larga distancia.

Desde el inicio del encuentro el Fenerbahçe estuvo muchísimo más enchufado que el Real Madrid, que aunque siempre presume de ambición, en Estambul no demostró tanto hambre como el bloque turco. Consciente este equipo de que está ante su gran oportunidad de hacer historia en la Euroliga, el Fenerbahçe dio muy pocas opciones al Real Madrid, que no pudo jugar como le gusta y sólo pudo equilibrar algo el duelo cuando Laso impuso una defensa en zona que permitió tres triples consecutivos de los blancos en el segundo cuarto, cuando se acercó a dos (26-24). Fue un espejismo para el Real Madrid ante un Fenerbahçe muy sólido en defensa que no dejó de martillear en ataque y que no precisó de una brillante actuación su gran estrella, Bogdan Bogdanovic, porque se comportó como un auténtico equipo en un duelo en el que los de Obradovic dieron una lección de compromiso y grandeza física y táctica.

El enorme potencial de Udoh y Vesely en la pintura fue otra muestra del dominio de los turcos ante un Real Madrid al que también le pesó el cansancio, después de temporada tan exigente, en la que en Europa ha había ido dando muestras de debilidad, agarrado casi exclusivamente a Llull. Al descanso, con 44-34, después de temer el equipo de Laso por la lesión de Randoph tras recibir un codazo de Vesely, el base madridista había anotado casi la mitad de los puntos de su equipo (19), por lo que ya se podía aventurar que, a poco que el Fenerbahçe mantuviese su actitud y se comportase a un nivel aceptable en el segundo tiempo, el representante español en la Final Four tendría que olvidarse del sueño de la 'décima', una Copa de Europa que ahora ya no es tan ansiada como la 'novena' que ganó en 2005 en Madrid después de 20 años de sequía.

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