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Huertas anota ante Norris, Pressley y Galarreta en el encuentro de ayer en Lugo.
El Robusta se queda en el 'casi'
LEB ORO

El Robusta se queda en el 'casi'

Los riojanos remontaron para forzar la prórroga pero cayeron ante un Breogán más atinado en el tiempo extra

V. SOTO

Martes, 4 de abril 2017, 23:53

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logroño. El deporte es voluble. Mucho más que una pluma al viento. Depende de arcanos, de momentos de fortuna y acierto, de circunstancias. Ayer, el Calzados Robusta rozó el triunfo con un lanzamiento demasiado precipitado de Pressley a falta de tres segundos. También se vio con la soga al cuello con un triple desesperado del Breogán que escupió el aro con la bocina ya atronando. Y, en la prórroga, acabó sucumbiendo, dejando inservible todo el trabajado partido anterior.

Cayeron los riojanos (90-84) en el tiempo añadido, después de llegar a los cuarenta minutos con 73-73 en el marcador. Pero lo hicieron tras remontar una desventaja de hasta catorce puntos y también tras tirar una renta de ocho lograda en el primer parcial y el inicio del segundo. Una montaña rusa. La ascensión y caída de un equipo que continúa abajo, pero que ayer tiró de orgullo para soñar con un triunfo ante uno de los intocables. Se quedó en ello. En el casi, lo que ya parece un sino de los de Antonio Pérez.

Las bajas mermaban a ambos equipos, pero hicieron mucho daño al Robusta, que se vio desguarnecido en la zona y que comprobó cómo sus rivales, también lastrados por tres ausencias, aprovechaban, en un primer momento, esa diferencia para castigar a los riojanos.

Fueron momentos iniciales de pugna, de zonas defensivas y desgaste, con ventaja para los lucenses, aunque Norris y Bravo, desde la línea exterior, lograron dar la vuelta a ese primer impulso local y acabar el cuarto con un 19-25, que se amplió en la primera jugada del segundo con dos tiros libres de Bravo (19-27).

Pero el potencial del Breogán se desbordó en el segundo y el tercer cuarto. Aparecieron jugadores clave como Quintela para un primer parcial de siete puntos a favor de los gallegos, o Iván Cruz, que encadenó doce puntos consecutivos, para dar la primera de las vueltas del partido (40-32).

Los riojanos se estrellaban con el aro y daban facilidades atrás para que la diferencia creciese punto a punto, hasta llegar a los 14 de desequilibrio con un dos más uno de Stainbrook (58-44, m. 27).

En ese momento y, sobre todo, después de un mate fallado por Norris, parecía lógico despegarse del partido y decir adiós definitivamente a las ambiciones.

Sin embargo, fiados a una zona 2-3, con mucha presión en la circulación del juego rival, los riojanos empezaron a limar la diferencia punto a punto. Norris, a pesar de ese error, sostenía a los riojanos, que se vieron castigados por una técnica a Antonio Pérez en el minuto 29, después de que los colegiados señalasen la cuarta falta a Bonifant. Con once puntos de desventaja (62-51) comenzaron los diez minutos, en teoría, postreros. Y la defensa del Clavijo empezó a carburar, secando la generación de los interiores gallegos y obligando a ataques precipitados.

A falta de cuatro minutos, Pressley puso a los riojanos a cuatro puntos (67-63), antesala de un final trepidante. Bravo, con un fusil desde la línea de tiros libres (firmó un 10 de 10), anotó la igualada a falta de 48 segundos. Y Norris, tras un robo, machacó para volver a poner por delante a los riojanos a falta de 27 segundos (71-73). Anotaron los lucenses y, con 18 segundos, Pressley la tuvo pero se precipitó mientras, el Breogán, con un triple desesperado, a punto estuvo de rozar el milagro.

Los cinco minutos extra se les atragantaron a los riojanos, con la aparición de otra figura, Arco, que sumó seis puntos seguidos (79-75). Desde el triple se intentó la remontada, pero sin puntería (ayer el Clavijo se quedó en otro pobre 25% de acierto desde el exterior). No ayudaron los árbitros con la segunda técnica en contra. Pero, sobre todo, se vio la tranquilidad de Cruz y Huertas, que sentenciaron el choque y dejaron al Breogán en segunda posición y a los riojanos, sumergidos en la zona baja.

Buenas sensaciones, pobre resultado. Otra vez. Y lo peor es que se pudo soñar con el triunfo y que el Robusta sacó raza ante las adversidades. Pero ayer no fue suficiente. El deporte, a veces, resulta cruel.

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