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Viernes, 24 de marzo 2017, 00:49
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El Calzados Robusta ya no sólo pelea contra sus adversarios o sus necesidades. Ahora el calendario también es un enemigo. A los riojanos les restan siete encuentros de liga y con cada jornada, la preocupación aumenta. El Ourense, un equipo metido de lleno en la lucha por el play off, es hoy (20.45 horas) el rival de los de Antonio Pérez en el Palacio de los Deportes.
El encuentro no llega en un buen momento de juego ni anímico. Después de tres derrotas consecutivas, la situación del Robusta se ha agravado. Es penúltimo y, sobre todo, sus adversarios en la pugna por salir de la zona baja están empezando a ganar partidos. Así que las obligaciones se multiplican para un equipo al que, además, las lesiones le están haciendo daño en un faceta clave de juego: la zona.
Adrián Laso continúa de baja a causa de una hernia discal y su recuperación necesitará al menos otras dos semanas. A su ausencia se puede sumar la de Simon Birgander, que sufrió un esguince de tobillo en Barcelona y no ha podido entrenar durante la semana, así que su participación en el choque está en entredicho. «Debemos adaptarnos bien a las bajas del juego interior adaptando los sistemas», explicó el técnico en su comparecencia previa al encuentro.
Antonio Pérez también quiso lanzar un mensaje tranquilizador a sus jugadores para evitar que la tensión les desborde. «Existe drama en el entorno, pero intentamos estar con las cabezas tranquilas. La preocupación tiene que ser del entrenador», aseguraba. «Nos ha sorprendido todo el drama. En Barcelona, con un 6 de 30 en tiros de tres, jugamos a rachas, estuvimos muy cerca todo el partido y después felicité al equipo por su esfuerzo y trabajo», sintetizaba el entrenador.
A pesar de ese sosiego, Pérez Caínzos no le restó importancia al choque de esta noche. «Somos conscientes de lo que nos jugamos, que son cosas muy importantes para el club, para los jugadores y para la masa social que nos rodea», incidía. «Sabemos de la importancia de los partidos que nos quedan y éste, ante Ourense, tiene una dificultad alta», reconocía.
Un rival completo
El Ourense llega a la cita después de cuatro triunfos en seis encuentros y también con necesidades, aunque en su caso para asegurarse un puesto en la lucha por el título. Dos jugadores nacionales llevan la batuta de los gallegos. En la dirección de juego, el base Christian Díaz, que ayer cumplió 25 años y que ya cuenta con una larga historia en Oro. Buen anotador y asistente, es el cerebro del Ourense. Mientras, en la pintura, los centímetros y la fuerza las pone Fran Guerra, un jugador de 2,12 metros que promedia casi 14 puntos y más de seis rebotes por encuentro.
Además, en el conjunto dirigido por Gonzalo García de Vitoria destacan los aleros Mitrovic y Kapelan, un peligro desde la línea exterior, y el ala-pívot Dimitry Flis. «Christian Díaz es un buen base generador, mientras que cuentan con Fran Guerra, uno de los mejores cinco de la categoría», diseccionaba Antonio Pérez. Pero, además de sus fortalezas, Pérez también reconoció que existen «puntos débiles» en el juego de los gallegos, como «el peor porcentaje de acierto en tiros libres» o que se trata de un rival que «anota en rachas».
El técnico de los riojanos quiere que sus jugadores no se obsesionen con el acierto de cara al aro, algo que falló en Barcelona, sino que se centren en aspectos básicos para construir su juego. «Es importante que en estos siete partidos no pongamos el foco en el acierto», incidía. «Ojalá estemos acertados en todos los partidos, pero al acierto va y viene. Tenemos que estar centrados en puntos fuertes, las reglas defensivas, las cosas sencillas. Y, a partir de ahí, mostrar solidez e intentar sacar adelante los partidos», decía Antonio Pérez Caínzos.
Pero el acierto resulta inexcusable cuando la salvación está en juego.
A falta de siete partidos y con dos duelos la próxima semana, el segundo ante un rival directo como Huesca, cada triunfo es un balón de oxígeno. Y ya no queda tiempo para más tropiezos.
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