Canastas congeladas

Un 'mannequin challenge' (y ahora se abre el paréntesis en el que viene la explicación para los pocos que todavía no sepan de qué se trata) consiste en un vídeo en el que todos los protagonistas aparecen totalmente parados, como si de estatuas de hielo se trataran, mientras la cámara recorre la escena para captar desde distintos ángulos los detalles de cada personaje. Cuanto más espectaculares y curiosas sean las posturas adquiridas por los participantes, más impactante resultará el reto.

Para la ocasión se contó además con jugadoras de la cantera del club que hicieron más encantadora y jovial la grabación. El reto se celebró en un polideportivo de Lobete con las gradas vacías pero con la pista más que llena. Las escenas habituales sobre una cancha de baloncesto, como la conjura entre algunas compañeras juntando sus manos en el medio del campo o la defensa ilegal de una Leslie Knight que sujeta la mano de una joven jugadora sin perder la sonrisa, se mezclan con otras más llamativas y ocurrentes, como el 'selfie' de Juana Molina con algunas canteranas, el miedo de una Laura Herrera que ejerce de soporte enorme de una canasta mínima en un uno contra uno infantil, la particular y quijotesca manera de ganar la posición en el poste bajo a lomos de una compañera, o la escalera humana que se busca Ana Fernández para colocar en una de las canastas laterales un cartel que anuncia el siguiente partido de su equipo.

Para el final queda la jugada más espectacular del baloncesto: el mate. En esta ocasión, la guinda del 'mannequin challenge' no es sólo vistosa. También resulta inaudita y la pone Paula Estebas. Colgada del aro, aguanta estoicamente paralizada y con cara de haberse comido la canasta con todas su fuerzas y de disfrutar de unas alturas atípicas para ella. ¿Cuándo se verá la capitana en una situación igual en un partido? Da igual. Promete, reto superado.