Secciones
Servicios
Destacamos
Luismi Cámara
Viernes, 4 de diciembre 2015, 01:29
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
No se puede decir que el Cocinas.com no lo intentó pero, en estos momentos, el conjunto riojano da para lo que da. Aguantó mientras le duró el fuelle, base fundamental para mantener una defensa sólida y la claridad necesaria en ataque. El problema es que sólo duró una parte. Demasiado poco ante un Breogán compacto que supo aguantar el chaparrón del principio, adaptarse al partido después, esperar su momento y abrir en canal al rival cuando tuvo la oportunidad para acabar llevándose el choque (84-98).
Sin dos jugadores básicos de la columna vertebral del equipo como son Adrián Laso y Jakub Kudlacek, los pupilos de Antonio Pérez comenzaron aferrándose al orgullo y la defensa, lo que les queda hasta que el club busque soluciones en forma de repuestos. Pero la pasión fue desapareciendo poco a poco con el cansancio, hasta que el resuello se apagó cuando apenas habían transcurrido 20 minutos de un choque fundamental y que deja malherido y con mal diagnóstico al Cocinas.com.
Los diez primeros fueron los momentos brillantes del mejor Clavijo, fuerte atrás y resolutivo adelante, con un Carlson (26 puntos) en formato alero demoledor y un Arévalo polivalente (12 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias). Doblaban entonces los locales (22-12) a un Breogán desorientado pero que clavó las uñas en el parqué del Palacio de los Deportes para no salir volando ante el vendaval logroñés. Los gallegos recibieron los golpes sin girar la cara y cerraron el primer cuarto sin moratones incurables.
En el segundo cuarto, los tiros libres les permitieron seguir limando la cadena riojana con tranquilidad, confiando en que se acabaría rompiendo por el eslabón más débil. Y ese era el banquillo. La limitación en las rotaciones obligó a varios jugadores a acumular mucho tiempo en pista. Con el estilo frenético por el que ha apostado Pérez Caínzos, la falta de repartos de minutos supone pelear por una idea de juego admirable, pero se acaba con un ejército mellado por el cansancio cuando se avecina la batalla final. Es pelear contra el viento. La crónica de una muerte anunciada.
Y así fue. Nelson metió el tiro a tabla que permitió a los suyos llegar al descanso con ventaja en el marcador (43-44). Hasta ahí. El equipo que salió de los vestuarios ya no era el Cocinas.com. Ni el rival era el mismo. Si en la primera parte fue Samb el flotador gallego, el tercer cuarto fue de Matulionis y Pérez. Artilleros impenitentes en el despegue del Breogán, que se fue hasta los 29 puntos en este periodo (64-73). Ya no existía la defensa en el Clavijo y la cabeza y el gatillo habían dejado de funcionar. Entonces, los de Lisardo Gómez no permitieron que el adversario se levantara de la lona. Rompieron el choque al poco de comenzar el último periodo ante un Cocinas.com ya ahogado, casi entregado. Los arrestos finales fueron eso, pundonor, dignidad y arrojo. El general Custer en Little Big Horn. En la derrota, orgullo, sudor y sangre, la de Carles Bravo, que se partió la mejilla en una discutida acción con el ex del Clavijo Nikola Rakocevic cuando él y sus compañeros ya se habían quedado sin una pizca de aire.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Horarios e itinerarios de la Semana Santa de Cádiz 2024
La Voz de Cádiz
Miércoles Santo en Sevilla, en directo
ABC de Sevilla
La hora que separó a una madre y su hijo de morir juntos en Palencia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.