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Guillermo Hernángómez intenta coger el balón.
España se entrena con Macedonia
Amistoso

España se entrena con Macedonia

Rudy y los pívots lideran una cómoda victoria y la selección limpia la imagen dada ante Venezuela

Amador Gómez

Sábado, 22 de agosto 2015, 17:35

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En un entrenamiento con público, incluido el rey Felipe VI en el Madrid Arena, España sometió a la débil Macedonia y limpió la mala imagen dada en el amistoso anterior ante Venezuela en Burgos, donde un palmeo de Felipe Reyes sobre la bocina impidió la prórroga. En el antepenúltimo partido de preparación no hubo sin embargo emoción, porque la selección de Sergio Scariolo, liderada por Rudy Fernández y los pívots, con papel destacado de Willy Hernangómez, barrió de la pista a Macedonia en el primer tiempo, con un espectacular parcial de 22-0, para adquirir entonces una ventaja de 31 puntos (52-21) con la que, pese a un bajón en el tercer período, cerró los 40 minutos.

Scariolo, pese a que aún quedan por corregir muchos errores, ya ve mejoría en España, y lo que sí sabe ya el seleccionador, una vez realizados todos los descartes y ha decidido los 12 internacionales que viajarán a Berlín, es que puede confiar en Hernangómez (17 de valoración, al igual que Rudy), aunque el sustituto de Marc Gasol esté aún a años luz del mejor pívot de Europa; y que con el tiro exterior (11 de 20 en triples) y la presencia intimidatoria de Pau, España sigue teniendo un alto nivel. No hizo falta que el mayor de los Gasol jugase más de 11 minutos en la primera parte para que la selección le diese una paliza a Macedonia, tan inferior a España y tan diferente a la que sorprendió en el Europeo de hace cuatro años.

Scariolo continuó con experimentos y, tras un cinco inicial inédito que comenzó dormido en un pabellón con ambiente muy frío, puso la directa a base de triples (Rudy acabó con cuatro de cinco), de la velocidad de Sergio Rodríguez y Llull y de su poderío interior para borrar del parqué a los macedonios. En un abrir y cerrar de ojos, y sin necesidad de enamorar, pero sí con intensidad defensiva y muchísima claridad en ataque, Pau Gasol y compañía abrieron una brecha enorme, del inicial 2-7 al 24-7 que llevó a descansar a la gran estrella de España. En esos demoledores minutos de la selección, Pau Ribas también tuvo una actuación notable, y confirmó las distintas alternativas que ofrece al equipo obligado a llegar en el Europeo a la final para sacar el pasaporte olímpico directo.

El momento de los pívots llegó en un segundo parcial en el que España siguió doblegando al limitado contrario por dentro -al final, 42 rebotes frente a 25-, con una defensa que no bajó el nivel, y con tres triples consecutivos (dos de Rudy y otro de Gasol) que levantaron a una grada que disfrutó con el juego de la selección, aunque enfrente no hubiese rival. Mientras que Macedonia se fue a los vestuarios con sólo 26 puntos, tres pívots del equipo de Scariolo sumaban entonces 24 puntos. Ocho Pau y otros tantos Reyes y Hernangómez, que añadía entonces cinco rebotes, encabezando también en esa faceta el enorme dominio español bajo los aros.

La artillería

Marcador tan tremendo llevó a Scariolo a sacar otro cinco no habitual en la reanudación, dirigido por Guillem Vives, junto a Ribas, Rudy, y se presupone la debe ser una de las parejas de pívots más determinantes del Eurobasket (Mirotic y Pau), aunque Reyes no se dejará comer terreno fácilmente por el jugador de origen montenegrino. Fueron los peores minutos de España, a la que, por falta de rodaje y precipitación ofensiva, le endosaron un parcial de 0-10 (54-36) al comienzo de un tercer período en el flojeó la defensa y se atascó el ataque, con Pau tan lejos de la zona.

Sin embargo, España presume también de tanta clase y determinación desde lejos que cuando vio al rival a 16 puntos, sacó de nuevo a relucir la artillería, con otros dos triples seguidos, de Mirotic -único suyo de cinco intentos- y el siempre fiable Rudy. Así afrontó de nuevo España, con energías renovadas, un último cuarto en el que, en una segunda unidad en la que San Emeterio también se hizo imprescindible, tuvo por fin hueco Pablo Aguilar, con el ala-pívot granadino contagiado de la corriente ganadora de la selección. Aunque aún debe mejorar, España ha recuperado gran parte de sus sensaciones y autoestima y sigue viendo crecer a Hernangómez. Una gran noticia en el juego interior después de tantísimas bajas en el exterior.

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