«Nos ha faltado solidez defensiva para mejorar nuestro rendimiento»

¿Su balance de la campaña?

Como entrenador, ha sido positiva, porque me he adaptado a un club nuevo, a otra estructura, a una nueva forma de entrenar. Ha sido mi primer año en LEB Oro. A nivel de resultados, hemos estado por debajo de la expectativa inicial. Hemos conseguido el objetivo mínimo, pero el equipo, con todos los problemas que ha tenido, ha ido de menos a más y ha conseguido acabar jugando un buen baloncesto.

¿Y a nivel de club?

El objetivo mínimo que tenía, después de reducir presupuesto, era mantener la categoría y soñar con volver a jugar los play offs. Para cómo ha sido la temporada, creo que se ha cumplido el objetivo y el club está relativamente contento. Después de todas las circunstancias que hemos tenido ha sido muy imposible meternos en ellos.

Se han vivido muchos claroscuros...

Empezamos mal a nivel de resultados porque tuvimos muchas dificultades, al llegar tarde jugadores, y una pretemporada muy mala. El tener jugadores jóvenes que debutaban en la categoría hizo que la confianza se fuera debilitando. El equipo ha ido de menos a más. Las derrotas de Coruña y ante Málaga han empañado el nivel de ascenso en el juego que teníamos al final.

¿Ha faltado solidez?

Nos ha faltado regularidad en jugadores importantes y lo hemos notado demasiado. No la han tenido por exceso de responsabilidad. Han sido circunstancias que han obligado al equipo a adaptarse, y eso desgasta mucho.

Mucho trabajo, pero poco rendimiento...

Trabajo siempre tiene que haber. Hace falta confiar en un método y, a partir de ahí, obtener el premio en la mejora del equipo y en la individual de cada uno. Creo que ahora se van los hombres con otro nivel más alto, pero no se ha visto reflejado en el rendimiento colectivo.

¿Ha tenido plantilla como para optar a los play offs?

Eso nunca se va a saber. La plantilla inicial podría haber peleado por ello. Luego, nuestro base titular, Ogirri, llega tarde, se rompe y después se va. Nuestro pívot titular, Chema González, sólo juega quince partidos por debajo de su nivel físico, por la lesión. En una plantilla corta y con bajo presupuesto, la falta del base y del pívot condiciona mucho el juego del equipo.

La lacra de las lesiones

Ogirri, González, Ott, Arévalo y Nowgbo casi todo el año. Demasiadas lesiones....

Es una de las cosas más dolorosas para un equipo. Hay que aceptarlas, pero es que a nosotros nos ha tocado a jugadores importantes y de larga duración. Todo esto condiciona al conjunto cuando tiene una plantilla corta.

El reducido presupuesto tambíén habrá sido un obstáculo...

Sí, pero es nuestra realidad y tenemos que exprimir nuestros recursos. Somos un equipo de la clase media-baja de la Liga que tiene que optimizar al máximo sus recueros. Sin lesiones y un buen comienzo de temporada, hubiéramos hecho algo diferente.

¿Ha marcado a un bloque joven e inexperto?

Todo lo que afecta a un club, si no tiene experiencia, le puede condicionar y ser un lastre. Hubiese sido peor si fuéramos de más a menos, y nos hubiéramos hundido, como el Prat Joventut, que apuntaba bien al principio. Nosotros hemos enganchado a la afición en la segunda vuelta, ganando al Palencia, luchando con el Valladolid. El juego ofensivo ha sido de nivel alto al final.

¿Y la incorporación de jóvenes?

El crecimiento de Carlson, la aparición de Reyes, el trabajo de Gago, jugador de primer año, han sido buenas noticias en un año irregular. En resultados, sí que ha habido momentos buenos como es el caso de los jóvenes.

¿Pesó el inicio tan negativo en los protagonistas?

Eso lo asumo con naturalidad. La incertidumbre del resultado existe pero el entrenador no puede dar vaivenes en función de perder o ganar. Yo intento trabajar mucho mi metodología, intento mejorar al equipo, al jugador. Y eso al final te da resultados a nivel colectivo e individual. Más en el individual este año. Las derrotas del principio castigan al jugador, pero tuvimos la reacción positiva ante Breogán y Melilla y eso nos dio confianza para seguir trabajando.

¿Por qué tantos altibajos a lo largo del mismo encuentro?

No hemos sido un equipo sólido a nivel defensivo. Ni en consciencia ni en capacidad. No hemos alcanzado el nivel que me hubiera gustado. Es la faceta que más hemos trabajado, pero no hemos conseguido el resultado esperado. Tenemos que corregirlo para el año que viene, pensando en otro tipo de jugador o en otro tipo de trabajo. Hemos echado de menos capacidad de rebote defensivo para anotar a la contra, para jugar más alegres...

Hasta la llegada de Kudlacek, nadie llevaba la batuta...

Con Ogirri, que no jugó, y Arévalo lesionado, tuvimos las ayudas de Brais Gago, que le vino muy bien para su madurez, y de Lobo, un escolta que se sacrificó y jugó de base. Eso nos permitió competir, pero no al máximo nivel.

¿Decepcionado con algún jugador?

Ninguno. Estoy contento y orgulloso de todos los que he entrenado. Me han enseñado a mí cosas y creo que yo también les he enseñado algo.

¿Qué le ha dejado mejor sabor de boca?

Había muchas dudas sobre la adaptación de Carlson. Por su trabajo, ha sido uno de los que más horas ha pasado en el pabellón. Ha conseguido tener al final un enorme rendimiento.

¿Qué partido le ha dejado mejor recuerdo?

Los dos encuentros ante Breogán y Melilla, después de las cinco primeras derrotas. El esfuerzo a nivel ofensivo y defensivo para remontar 16 puntos y ganar al Palencia, y los dos contra el Valladolid. Y a nivel de anotación, el mejor partido fue el de Huesca, con 104 puntos y los jugadores muy bien valorados.

¿Y el peor?

El que jugamos ante el Leyma Coruña en casa, que se nos fue al final, el primer cuarto ante el Lleida en el Palacio y el partido del Barris Nord, donde íbamos con la posibilidad de engancharnos a los play offs y donde perdimos esas opciones que nos quedaban.