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Verdad periodística contra las «armas          de distracción masiva»

Verdad periodística contra las «armas de distracción masiva»

La Reina Letizia presidió en San Millán la jornada inaugural del XIII Seminario de Lengua y Periodismo Gallego-Díaz pide que los medios sean «muralla de contención de la posverdad y las noticias falseadas»

J. SAINZ

Miércoles, 30 de mayo 2018, 00:37

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san millán. «Las noticias falseadas y la posverdad se han convertido en auténticas armas de distracción masiva que impiden identificar y enfocar correctamente los auténticos problemas de las sociedades». La periodista Soledad Gallego-Díaz alertó ayer en el XIII Seminario Internacional de Lengua y Periodismo sobre los peligros que la manipulación informativa interesada supone para las democracias. Frente a ello, defendió «la verdad periodística» y afirmó que «los medios tradicionales deberían actuar como principal muralla de contención de esta avalancha de posverdad y noticias falseadas».

Fue el arranque de las jornadas inauguradas ayer en el monasterio de San Millán con presencia de la Reina Letizia. El seminario organizado por la Fundación San Millán de la Cogolla y la Fundación del Español Urgente (Fundéu), que promueven la Agencia EFE y el BBVA, reúne hasta hoy a una veintena de lingüistas, periodistas, psicólogos y filósofos para debatir sobre 'el lenguaje en la era de la posverdad'.

En primer lugar y para poner de manifiesto la gravedad del asunto, Gallego-Díaz, exdirectora adjunta de El País, diferenció entre 'noticias falsas' y 'falseadas'. Las primeras serían «el antiguo rumor, la mentira o la simple trola». «Pero ahora -matizó- se trata de noticias falseadas intencionadamente que forman parte de enormes redes de desinformación».

«Las noticias falseadas forman parte de un fenómeno de desinformación global»

«Esa es la palabra clave: desinformación intencionada y extensiva, en la que se utilizan enormes bancos de datos, técnicas de marketing y la prodigiosa capacidad de las nuevas tecnologías para llegar a todos los instrumentos a través de los cuales accedemos a información. Las noticias falseadas no tienen nada que ver con las noticias falsas porque forman parte de un fenómeno de desinformación a escala global que solo es posible en una era digital con instrumentos tecnológicos completamente nuevos y desarrollados por unas pocas empresas gigantescas».

Tal como recordó, no es un fenómeno estrictamente periodístico, ni siquiera en origen. Por el contrario, también «se discute en foros de seguridad y de defensa» e «incluso los expertos en ciberguerra examinan hoy en sus informes estos mismos problemas», señaló. Pero, como periodista que es, y una de las más beligerantes contra esta perversión de la profesión, reivindicó «la importancia de que los periodistas defendamos que existe la verdad».

«No una verdad filosófica o religiosa, por supuesto -se explicó-, sino una verdad periodística basada en hechos comprobados de acuerdo con reglas y mecanismos profesionales de verificación. (...) Hay que reclamar esas reglas porque sin ellas no se recuperará la confianza de los ciudadanos y si no se recupera esa confianza se perderá la guerra contra las noticias falseadas o, peor aún, contra la posverdad».

Pero, cómo desarrollar esa batalla sin que el remedio sea peor que la enfermedad, se preguntó, «sin que suponga generar controles y recortes de la libertad de expresión». En su opinión, «los espacios comunes de diálogo son cada vez más necesarios en unas sociedades modernas que pasan por un proceso de atomización, de manera que mucha gente se percibe a sí misma no ya en términos políticos sino de pertenencia».

De ahí el gran peligro advertido por Gallego-Díaz al hilo de la actualidad: «Peor aún que la censura sería que empresas tan formidables como Facebook puedan disponer de mecanismos de selección personalizada de información que hagan que los individuos terminen viviendo en burbujas o en las ya mencionadas 'cámaras de eco', lugares donde solo te lleguen las noticias que te son cómodas o las opiniones que ya coinciden con las tuyas. Esa sí sería la peor pesadilla del mundo orwelliano».

«No simplifiquemos la realidad ni permitamos que la posverdad nos convierta en personas simplificadas», dijo por último Soledad Gallego-Díaz.

Tras su ponencia, se celebró un primer debate a puerta cerrada al que también asistió la Reina. A diferencia de otros años, esta edición del seminario en la sede de Cilengua comenzó sin discursos institucionales. Doña Letizia estuvo acompañada durante el acto por el presidente del Gobierno de La Rioja, José Ignacio Ceniceros; el director de la Real Academia de la Lengua (RAE), Darío Villanueva, y el director general de la Fundéu, Joaquín Müller, así como por los participantes, que continúan hasta hoy analizando la posverdad.

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