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CHICOTE REPITE PLATO

OSKAR BELATEGUI

Jueves, 12 de julio 2018, 00:17

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Alberto Chicote cerró ayer la sexta temporada de 'Pesadilla en la cocina' con la tranquilidad que otorga saber que se cuenta con una audiencia fiel -una media del 10% de cuota de pantalla y casi 1,8 millones de espectadores- y que ya se ha grabado una séptima temporada. Perdida la capacidad de sorpresa en un formato que no ha variado desde su inicio, el gran atractivo del programa es su conductor, un comunicador nato que se crece ante los retos. El mejor momento de 'Pesadilla en la cocina' es siempre el menú degustación inicial, cuando el chef calibra el nivel de caos del antro que le ha tocado reflotar. Siempre ocurre lo mismo y siempre resulta gozoso de ver. Chicote comenta las incongruencias de la carta y picotea en los platos mientras mira a la cámara y reprime el vómito. Cuando pasa a la cocina ya sabemos que empieza la parte más dramatizada del reality show.

Lo menos interesante del espacio son siempre los hosteleros sobreactuados: propietarios que montaron un restaurante como podrían haber abierto un videoclub, cocineros que no saben freír un huevo y camareros vagos y picajosos como un concursante de 'Gran Hermano'. Todo es comedia, pero no deja de filtrarse la realidad de un país con un bar en cada esquina. Obsesionados como estamos con 'MasterChef' y las esferificaciones de Adrià, Chicote nos devuelve a la cruda realidad de los menús cuarteleros y los 'grasabares' con cabezas de gambas y palillos en el suelo.

Nadie con dos dedos de frente se cree la adaptación española del 'Kitchen Nightmares' de Gordom Ramsay: esos restaurantes espeluznantes a manos de inútiles seguirán siendo deficitarios a pesar de la reforma de chichinabo con la que Chicote concluye su cometido. Lo más divertido es que algunos de ellos han amenazado con demandar al chef de los mandiles multicolores, bajo el argumento de que les hace mala publicidad. ¿Se puede denunciar la falta de veracidad de un reality show? Quejarte después de llamar a Chicote es como reclamar daños a los bomberos por haberte mojado la alfombra al apagar el incendio.

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