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«Los papeles  de guapito cansan»

«Los papeles de guapito cansan»

Maxi Iglesias sale del registro de joven galán para interpretar a un 'hacker' con rastas en 'Ingobernable', la superproducción de Netflix. «Fuera de España no me siento tan limitado como aquí»

MIGUEL ÁNGEL ALFONSO

Viernes, 12 de mayo 2017, 23:58

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Maxi Iglesias (Madrid, 1991) estaba destinado a ser «el guapito ese» hasta que decidió cruzar el Atlántico en busca de nuevos papeles. «Y estaba muy tranquilo con Aitana Sánchez Gijón dándome collejas en 'Velvet'», confiesa él. Después de hacer dos series en México y Miami, la plataforma de pago Netflix llamó a su puerta para ofrecerle el papel de un inteligente 'hacker' con rastas en 'Ingobernable', serie en la que comparte cartel con la actriz Kate del Castillo.

¿Le está cogiendo cariño a trabajar fuera?

Le estoy cogiendo mucho cariño por un tema que entiendo que va con la edad, con etapas que hay que ir pasando. Cuando rodé en México y en Miami no me encontré nunca con eso de '¡Ah, Maxi, el guapito ese!', que ya cansa. Entiendo que por edad y porque me toca tiene que ser así, pero si me dan un personaje de 'hacker' que tiene rastas para mí es perfecto. En España digo que quiero hacer un personaje así y me mandan a darme una vuelta. Fuera no me siento tan limitado. Aunque bendita limitación, también hay que decirlo.

¿Fue fácil dar el salto al otro lado del charco?

Lo hice confiando mucho y arriesgando. Yo me fui de 'Velvet' cuando estaba muy tranquilo con Aitana Sánchez Gijón dándome collejas (risas). Tenía 24 años y me fui a Telemundo, a Miami. 'Velvet' puede haber muchas, una serie en Estados Unidos solo se presenta una vez en la vida.

¿Cómo se preparó el papel de 'hacker'?

Me basé en un amigo de la infancia que tiene titulación de 'hacker', yo no tenía ni idea de que existiera esa titulación hasta que él me lo contó, antes incluso de que me ofrecieran el personaje. Así que lo primero que pensé fue en él. Es una bellísima persona, que está siempre en su mundo y es feliz, va a su rollo. Así que le di esa impronta, también para quitarle un poco de tensión.

¿Cómo ha sido rodar en el barrio de Tepito en México D.F.?

Para que te hagas una idea. No lo puedo comparar con ningún barrio chungo de España porque se quedan en un chiste. A mí me dijeron que no me acercara cuando no estuviéramos rodando, la atmosfera que se vive ahí es dura. Un día fui con mi conductor sin decírselo a los de producción y aluciné.

¿Qué fue lo más raro que vio?

Había mucha gente pero daba la sensación de que allí todo el mundo se conocía. En sus tiendas callejeras puedes comprar todo tipo de falsificaciones y animales, ¡hasta un tigre si quieres!

Kate, una mujer con agallas

Esta serie no es una telenovela al uso.

Hasta el tercer capítulo no se ve bien cómo es la serie realmente. De repente se abre, se ven intereses, problemas. Parte de una separación con un trasfondo político, pero habla de muchas otras problemáticas. Mola porque creo que se reflejan los problemas de un país pero que se pueden extrapolar a otros.

¿Cómo se lo tomarán los mexicanos?

Ojalá vean que se ha tratado todo con mucho respeto y se sientan reflejados. Desde luego, es una ficción, pero le hemos dado el peso que se merece a acontecimientos concretos como el secuestro de los 43 estudiantes en 2014.

¿Qué impresión le causó Kate del Castillo?

Es una persona a la que admiro a nivel profesional por las agallas que tiene; además, es muy generosa y atenta. Me gusta mucho su forma de ver la profesión y en todo momento me ayudó.

¿Cómo es rodar con Netflix, aparte del presupuesto?

Hay una atmósfera de tranquilidad, de pensar que no va a ser ninguna pifia y que no te la van a cancelar a los cuatro capítulos por bajas audiencias. Aquí ya estrenas con traducción, subtítulos y los quince episodios de golpe, sí o sí. Eso se agradece mucho.

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